
En algunos puntos de Misiones, los pueblos originarios debieron organizarse para sobrellevar las bajas temperaturas, que se iniciaron hace unos días. La falta de vivienda adecuada, abrigos y calzados, es una dificultad permanente para las comunidades mbya guaraní.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN desde Tekoa Ka’aguy Poty, ubicada en el Valle del Cuña Pirú, el cacique Eliseo Chamarro contó que “nuestra principal problemática siempre fue la precariedad de la vivienda en las comunidades. En muchos casos, tienen casitas con chapas de zinc, pero por debajo tampoco tienen nada, con lo cual es muy complicado no sólo cuando hace frío porque no estamos protegidos”.
En tanto que “en la mayoría de las casas tampoco tienen pisos. Como todavía tenemos el territorio, está la posibilidad de tener leña para calentarnos, pero en el caso de abrigos y zapatillas es alto el costo y hay mucha necesidad”, añadió. En materia de asistencia, indicó que “desde Asuntos Guaraníes por ahí llegan algunas frazadas, pero en nuestro caso somos más de 90 familias, así que todo es muy difícil”.
Por su parte, desde la aldea Mbocayaty de San Ignacio, Mariano Martínez explicó que “en esta comunidad y en las otras de San Ignacio hay muchas necesidades. Con la llegada del frío, todo se vuelve más complicado, porque las familias son numerosas. En una misma casa, nos juntamos entre tres o cuatro familias y se necesitan frazadas, colchones, pero la ayuda no llega”.
Respecto a la posibilidad de construir viviendas, aseguró que “es muy difícil conseguir tablas y tenemos que pedir en los aserraderos, pero no todas las familias pueden conseguirlas y lo mismo pasa con las chapas. Aparte, si llegamos a entrar al monte para cortar tacuaras la gente hace denuncias por ser propiedades privadas”. Remarcó que “esperamos que los candidatos políticos también piensen en las comunidades porque no sólo es algo durante el frío, sino todo el año”.
El cacique de la comunidad mbya guaraní Tekoa Ysyry, asentada en Colonia Mado, Dalmacio Ramos, señaló que “estuvimos hablando entre los mburivichá, los caciques, para ver las necesidades dentro de las comunidades. En Ysyry particularmente no contamos con mucha protección para las familias y niños. Planteamos ante la Municipalidad el tema de mejorar viviendas, porque la mayoría vive con techos hechos con plásticos que no protegen nada, otros tienen armados con tacuaras”.
De momento, “necesitamos que al menos los niños puedan estar protegidos del frío. Anteriormente, teníamos viviendas con mejores protecciones porque en el monte encontrábamos los materiales necesarios, como madera dura, para las casas tradicionales. Ahora ya no se encuentra más y no tenemos más casi montes, por eso se compran los materiales para las construcciones”, agregó.
Ramos aseguró que “en la época de Arnulfo Verón en Asuntos Guaraníes presentamos un informe y un pedido para Ysyry, pero luego volvieron a pedir un nuevo relevamiento, no sabemos para qué. Desde el área también suelen entregar frazadas, pero ya cuando está cerca de finalizar el invierno. Son varios los mburivichá que dijeron que tampoco están recibiendo ningún tipo de asistencia del Estado”. En Ysyry “somos unas 60 familias, son 225 personas, varios niños y sin viviendas”, añadió.