Luego de ser excarcelado el pasado viernes 16 de abril, el colono Héctor Kattz, acompañado por su abogado Claudio Katiz, visitó la redacción de PRIMERA EDICIÓN y narró como fue la fatídica noche cuando disparó a Sergio Gustavo Presli (31), oriundo de la provincia de Buenos Aires, quien habría intentado asaltar su vivienda junto a otro cómplice.
El agricultor recordó que los dos individuos llegaron en su casa argumentando que necesitaban ayuda con su motocicleta. La primera en salir a atenderlos fue su esposa, Laura Laumann, ya que Kattz “estaba acostado, cansado por el trabajo”.
Luego de vestirse, el colono de 65 años salió a ver que pasaba y luego de colocarse a un costado de la moto, uno de los individuos lo tomó de los brazos y le apuntó con un arma. “Me pude zafar porque tenía guantes lisos y corrí hacia el fondo. Ahí vi que la apuntaban a ella y me fui a mi pieza (a buscar el arma). Disparé por la ventana hacia la oscuridad para asustarle y que se vaya, pero no fue así”, relató
Kattz contó que no conocía a los sujetos, quienes estaban “bien abrigados y con la cara tapada. Ni aunque fuera tu hermano lo reconocés“, pero que salió darles una mano porque es algo común en las colonias, “siempre se ayuda a todos, no había hora. Pero ahora vinieron estas personas y hacen esto“, lamentó.
El colono relató que ante el miedo de la situación buscó el arma para asustar a los extraños, “gatillé en dos ocasiones, recién en el segundo intento salió el disparo, fue sin intención de matar“.
“Él no me hizo daño porque el de arriba no le permitió, él -Dios- me defendió a mí y a mi patrona“, indicó Kattz, a quien nunca le había tocado vivir una situación similar.
Esa noche fue el disparador de todo lo que vendría luego en la provincia. El colono quedó detenido en la investigación por “homicidio simple con exceso en la legítima defensa” y debió pasar seis días tras las rejas, donde cumplió sus 65 años alejado de sus seres queridos. Hasta que el pasado viernes, en medio de fuertes manifestaciones de la comunidad en su apoyo, la Justicia le concedió la excarcelación .
Durante ese tiempo en el calabozo, Kattz contó que “cada día era como una semana y más“, y que en lo único que pensaba era en la seguridad de su esposa, “temía que el compañero vuelva a la casa“, dijo en referencia al individuo que escapó.
Ya no atiendo a nadie más a no ser que sea algún conocido, de noche no recibo más a nadie y dejo a los perros sueltos“, señaló y agregó que los vecinos de la zona también están en estado de alerta.
El agricultor descartó la posibilidad de mudarse a otro sitio luego del mal trago vivido. “¿A donde voy a ir? Ahora ya sé que existe en todos lados la inseguridad, yo nunca pensé que me iba a pasar a mí“, lamentó.
Por último, agradeció a todos los misioneros que lo apoyaron y defendieron. “Estoy agradecido con las personas, por todo lo que hicieron con esos movimientos. Estuvo el intendente de Aristóbulo del Valle, el interventor de Salto Encantado, todos me estuvieron apoyando porque todos me conocen, porque además ellos saben que no fueron a defender a un delincuente, yo estaba durmiendo, estaba acostado, estaba cansado por el trabajo y vinieron a asaltarme“.
“Fue todo en un abrir y cerrar de ojos. Mi madre me contó que el ladrón le estaba apuntando desde muy cerquita y a la cabeza, y le dijo ‘si vos te movés te pego un tiro’, entonces mi padre, que vio todo desde una ventana, le disparó”, había relatado a PRIMERA EDICIÓN Sonia (22), la hija de la pareja que fue víctima del fallido atraco.
Finalmente, en Campo Grande fue detenido días después un hombre de 31, acusado de ser el segundo implicado.