Olvídate de la balanza y de las dietas, tu peso puede aumentar aunque en realidad estés adelgazando. En esta nota te cuento por qué tu porcentaje de grasa es la clave.
¿Te pesas cada día y cada día te decepcionas con el resultado? Tranquila, tu peso puede sufrir múltiples variaciones a lo largo del día. Incluso aunque estés adelgazando puede que el resultado se vea antes en tu cuerpo que en la báscula. “La báscula nunca refleja lo que en realidad somos”. “Podemos ver personas con el mismo peso y ser totalmente opuestos en el aspecto físico y el estado de salud”. “Si de verdad queremos preocuparnos por algo, deberíamos hacerlo por el exceso de grasa, comparado con nuestro porcentaje de masa muscular y no el peso”.
Y es que la mayoría de la gente habla de perder peso sin tener en cuenta la pérdida de grasa. Y el peso es un factor tan variable que puede llevarte directo a la confusión y a la frustración. “Usamos los términos perder peso y perder grasa de manera intercambiable, pero son cosas muy diferentes”. Desde ya, podés hacer una dieta extrema que te haga perder peso de forma rápida pero no grasa, y volver a ganar después el doble, “SÍ! Leíste bien EL DOBLE!
Tu peso se compone de agua, grasa, músculo, huesos, órganos… y cuando necesitamos perder peso deber ser mayoritariamente grasa. Perder músculo o incluso densidad ósea pone en riesgo nuestra salud. De ahí la importancia de evitar las dietas milagro o soluciones mágicas. “Si deseas perder peso y mantenerlo, tienes que cambiar tu vida y el enfoque que tienes con respecto a la comida”.
Nuestra composición corporal nos da información sobre la composición grasa de nuestro cuerpo. “La parte no grasa del cuerpo se llama masa magra e incluye el músculo, agua, huesos y órganos. Cuanto más masa magra tengamos, mayor gasto metabólico tendremos en reposo ya que es la parte de nuestro cuerpo que quema calorías durante todo el día para que nuestro organismo funcione correctamente”. Conocer la composición corporal nos ayudará a diseñar un buen plan deportivo y nutricional en función de la necesidad de perder grasa, construir músculo, o ambos.
Pero mucho ojo con las dietas milagro ya que, “en la pérdida de peso lo primero que se produce es una pérdida de líquidos, de ahí que parezca que producen un resultado rápido, pero lo que realmente está ocurriendo es que nos estamos deshinchando”. “Pero es obvio que si sólo perdemos líquido, éste volverá a nosotros en cuanto nos rehidratemos o volvamos al hábito previo, que es el que nos ha llevado al exceso de grasa y peso. ¿Lo peor de estos métodos? “hacen al cuerpo más resistente y cada vez nos costará más perder y menos reganar”.
“En el caso de las mujeres, la regla también puede influir provocando retención de líquidos”. “¡Nosotros hemos tenido casos de retenciones de hasta 4 kg respecto de su peso habitual en un mismo día!”. “El peso puede llegar a variar 1kg de forma habitual dentro del mismo día y la edad, sexo o una posible patología también son factores a tener en cuenta”.
¿Cómo saber que vas por el buen camino?
Vuelvo a insistir en que no debes darle tanta importancia a la balanza y mucho más a lo que ves en el espejo, a cómo te queda la ropa y, sobre todo, a cómo te sientes. “Cómo nos queda la ropa, cómo nos sentimos nosotros, el color de la piel, la mentalidad con la que nos sentimos después de hacer ejercicio y de cuidarnos por estar comiendo mejor, son las variables importantes”. Y un dato clave: “si somos capaces de mantener de forma estable un peso o unos parámetros de composición corporal durante al menos tres meses, eso significará que estamos en el camino adecuado (parece mucho tiempo, pero párate a pensar si fuera al revés… ¿cuánto puedo engordar en tres meses si no me cuido?)”.
“La balanza, junto con el marketing en el mundo de la pérdida de peso, son nuestros peores acompañantes a la hora de adelgazar de forma adecuada y poder mantenerlo en el tiempo, que es el verdadero reto”.