Este procedimiento es muy habitual e inclusive muchos vampiros energéticos ignoran que lo son.
Hay personas que ya sea por problemas psicológicos o problemas energéticos quieren apoderarse de la energía de los otros y lo logran. Estos “vampiros” tienen distintos métodos para lograr su objetivo. Uno de ellos es victimizarse como personas y llamar la atención sobre sus supuestas vulnerabilidades y sus problemas. La persona utilizando este método logra atrapar la atención del otro y así roba la energía.
Otro tipo de vampiro es aquel que siempre quiere que lo escuches, que a toda hora te llama sin importarle cómo estás ni lo que tienes que hacer. Estas personas que pueden realmente ser molestas, son muchas veces vampiros energéticos y se apoderarán de tu energía aunque tú no lo quieras. Es posible que si quieres ponerles límites no puedas, ya que una característica fundamental de los vampiros energéticos es que es muy difícil ponerles límites.
Hay muchos tipos más de personas que roban tu energía. La cuestión es que aquí no te daremos defensas psicológicas sino defensas energéticas, es decir te dejaremos la forma para que puedas protegerte de esa energía que lo que hace es quitarte tu vitalidad, por medio de algunos métodos esotéricos.
Métodos para protegerse de los vampiros energéticos
Cascarón energético:Este método no varía de otros que se utilizan para cualquier protección. Se trata de hacer un cascarón de energía luminosa cuando la persona se acerca. Este cascarón se hace por medio de la respiración llevando luz a la parte externa del cuerpo físico y tratando de que esa energía luminosa permanezca allí conformando una cáscara, es decir un tipo de pared que nos recubre el cuerpo y nos protege. De esta manera evitamos que aquella persona que se acerca para robarnos energía no pueda penetrar en nuestro cuerpo energético. Ya que lo primero que hace un vampiro es ingresar en nuestra energía. El escudo hace que la persona que quiere atacarnos se aleje.
Expansión energética positiva: Algo parecido al cascarón es la búsqueda de una expansión energética positiva. Esto no es fácil pero es un ejercicio que puede hacerse. Lo que debe ejercitarse es la intención en crear desde dentro de nuestro cuerpo energético un tipo de vibración que crezca y se agrande hacia el exterior. Esa vibración hay que mentalizarla como luz en forma blanca que se expande alrededor de nuestro cuerpo. Luego cuando la persona se acerca hay que cambiar esa luz a un color rojo brillante. De esta forma la persona que intenta robarnos nuestra energía se ve sacudida por esta energía y no puede ingresar en nuestro campo energético. Es decir primero se crea una energía luminosa blanca, se expande y luego cuando sentimos que está en su máxima expansión se transforma el color. Esto es eficaz en la mayoría de los casos.