Una ovejera belga que hace de las suyas mordiendo todo lo que encuentra a su paso y revolucionó a la familia Bruni-Wohn.
La locutora Cristina Wohn nos presentó a esta nueva integrante de la casa, aunque reconoció que tuvieron una perrita mestiza “durante 13 años hasta que se perdió, sufrimos mucho y decidimos no tener más mascotas”.
Pasaron los años, sus hijos crecieron y un día Cristina vio una hermanita de Nera y soltó una expresión “yo quiero una así”. Los dueños de los ovejeros, amigos del matrimonio viven en Puerto Rico y allá viajaron a buscarla. Fue un regalo, pero cuando llegaron habían dos hembritas y “¿cómo saber cuál es la mía?”, “una amiga me dijo: fácil, hacé que corrés y la que te sigue es. Ella me siguió y hasta ahora me sigue a todos lados. Está recién aprendiendo y nosotros también. Tratamos de no dejar nada cerca que pueda romper, muerde todo lo que encuentra. Tiene mucha energía así que la hago correr, salimos a que tenga contacto con el pasto, aunque a la costa todavía no por recomendación de la veterinaria, al menos hasta que tenga todas las vacunas”.
Nera significa Negra en italiano y “le pusimos así para que pegue con su apellido, Bruni”. Lo bueno es que se adaptó a la familia desde el primer día, no lloró. Y en el campo de aviación, una amiga de Cristina tiene una hermanita, así que es ahí donde se encuentran para jugar. Eso sí, sola no quiere estar, siempre busca compañía, es muy cariñosa y atenta con todos. Ya sabremos más de Nera cuando crezca. ¡Gracias Cristina!