Era hija de los primeros colonos suizos que se establecieron en la provincia de Buenos Aires, zona central, aproximadamente entre 1856 y 1860. Gracias a la distribución de tierras asignadas a los inmigrantes, la familia Eyle se instaló en la zona de Varadero. En 1882 ingresó a la Universidad Nacional de Concepción del Uruguay para completar sus estudios, y en 1886 obtuvo allí el título de maestra.
Un departamento de la prestigiosa biblioteca creada por Justo José de Urquiza lleva su nombre.
En 1887, fue enviada a Suiza para estudiar medicina y, a la edad de 25 años, en 1891, escribió un ensayo en alemán e inglés titulado “Anomalías de las orejas de los delincuentes”.
En 1893 regresó a Argentina y comenzó a trabajar en un hospital público, donde comenzó a lucirse como militante feminista en su predicación para mejorar la condición de la mujer. En 1901 organizó el “Consejo de Mujeres Argentinas”, en 1910 él y Cecilia Grierson establecieron la “Asociación Universitaria Argentina” en Buenos Aires, que se realizó en el mismo año. Y con la celebración del centenario de la Revolución de Mayo, acogió con éxito el primer Congreso Internacional de los Derechos de la Mujer.
La “Asociación de Universidades de Argentina” presentó muchas iniciativas a la Asamblea Nacional, como la protección de la maternidad (1903), la asistencia sanitaria y social (1906), la jubilación de maestros (1907), la igualdad de derechos civiles para la mujer (1919), etcétera.
En 1924, estableció la “Alianza Contra la Trata de Blancos” basada en las crónicas del Comité Internacional Contra la Trata de Blancos de la Liga de Naciones, porque Argentina era un gran mercado de mujeres en ese momento.
Como presidenta de la alianza, la doctora Petrona Eyle luchó por los derechos del niño, generó un informe escrito que envió al Presidente Marcelo T. de Alvear: abusos descontrolados, marginalidad, explotación, trabajo descontrolado al que eran sometidos, embarazos tempranos producto de violaciones, abuso sexual o prostitución de menores desde los diez años.
Fundó la revista “Nuestra Causa” a la edad de 65 años y fue la primera directora de la revista. En los medios de comunicación del movimiento feminista defendió fervientemente el derecho al voto de las mujeres, la intervención activa en los movimientos políticos y la viabilidad de ocupar cargos públicos.
Fuente: Medios Digitales