Crece el interés de los vecinos, como así también el uso de las bombas de semillas. Se trata de una novedosa técnica que puede ser usada para la reforestación o el embellecimiento de los espacios públicos y también es usada para llegar a lugares de difícil acceso porque se arrojan.
En la actualidad varias provincias del país analizan esta técnica para afrontar el trabajo de recuperación de áreas naturales protegidas que fueron afectadas por incendios en los últimos tiempos.
En Posadas ya se han realizado varios talleres sobre la construcción de las bombas de semillas con el objetivo de incentivar la participación ciudadana en el desarrollo de acciones para la forestación de los espacios naturales y reflexionar sobre la importancia de los servicios ambientales de los árboles.
Los profesionales explicaron que “la bomba de semillas es una técnica japonesa que se puede usar con cualquier tipo semilla, pero dependerá del tipo de la misma para el acondicionamiento previo y el armado de la bomba, ya sean hortalizas, flores o especies nativas”.
Asimismo, señalaron que la bomba “intenta imitar las condiciones que una semilla tiene para germinar”.
Para esto, está compuesta por una capa rodeada de compost y eso -a su vez- está recubierto con una capa de arcilla. Ésta última le brinda protección hasta que encuentre las condiciones óptimas para germinar. Según explicaron cuando llueve es el momento que se desintegra dicha capa de arcilla, y al tener compost cuenta con esas condiciones para germinar.
Es así que los técnicos que enseñan el armado de las bombas, deslizaron que “la técnica es para arrojarla. Esas esferas se lanzan en un espacio verde o baldío y esas semillas deberían comenzar a germinar después de una lluvia”.
Además, detallaron que se deben arrojar en primavera; es decir que en verano se construyen las bombas y se dejan secar al sol. Las mismas se pueden almacenar entre tres y seis meses en un lugar fresco y oscuro.
En conversación con PRIMERA EDICIÓN, Emilio De Lima, director de Gestión Integrada de Cuencas Hídricas de la Municipalidad de Posadas, área que se encarga de dictar los talleres en la ciudad capital, dijo que “generar un espacio en el Jardín Botánico para las distintas técnicas de las bombas de semillas con la utilización de arcilla no sólo permite que los vecinos conozcan sobre la técnica, sino que los invita a participar la acción por el ambiente para la recuperación de los espacios verdes, de plantar mayor cantidad árboles y el reconocimiento de las especies nativas”.
Agregó que “la técnica consiste en utilizar la arcilla del barro ñaú, que es la de color gris que se encuentra en la zona de bañados en el cauce de El Zaimán”.
En relación al armado, apuntó que “se forma como una tapa de empanada y se coloca sustrato, es decir toda la materia orgánica que puede ser lombricultivo, hojarascas o abono con palo podrido; y la semilla del árbol que deseamos cultivar”.
Prosiguió que “se forma una esfera de barro, se deja secar y está lista para ser arrojada en un espacio que elijamos para que crezca nuestra semilla”. Las bombas con semillas se armaron con especies nativas como ser timbó, tipa, cañafístula, cedro misionero, incienso, ceibo, aguaí y ubajay.
Asimismo, De Lima indicó que “la técnica de bombas de semillas se está pensando en utilizar para la reforestación y la recuperación de los ambientes de las áreas naturales protegidas que fueron afectados por los grandes incendios, por ejemplo en Córdoba”.