La comercialización de embarcaciones náuticas se convirtió en uno de los nichos que tuvo un fuerte impacto positivo en el actual contexto de la pandemia de Covid-19 y ello se refleja en el creciente número de operaciones que se concretaron en el último año en la capital provincial. Una lancha 0 km para paseo familiar por el río o bien otra de características necesarias para la pesca, arrancan en los 2,5 millones de pesos.
“Hay gente que no pudo viajar por la pandemia, se quedó por acá y decidió comprar una lancha que la puede disfrutar todo el año”, afirman desde los comercios náuticos donde además coinciden en que viven una “alta temporada que nunca hubiéramos imaginado”. Misiones es una provincia que está rodeada de ríos, tiene muchos arroyos internos y varios lagos que la convierten en un lugar propicio para realizar diferentes actividades náuticas de esparcimiento o deportivas, las cuales pueden combinarse perfectamente y terminan siendo una gran propuesta para pasar un fin de semana o unos días de vacaciones.
Las lanchas siempre fueron muy utilizadas por los misioneros, afirman quienes se dedican a la venta de las mismas, aunque aclaran que “nunca antes tuvimos una demanda tan importante como la actual, al punto que nos quedamos sin unidades para vender. Los pedidos en un momento nos llovían, en especial al inicio de diciembre cuando el verano estaba a un paso y el Gobierno resolvió que las fronteras seguirían cerradas como hasta ahora”.
Las marcas de los cascos de embarcaciones son muy variadas, los motores también, y en Posadas los locales de venta se distribuyen en diferentes puntos, ofreciendo además los accesorios para trasladar y proteger la lancha, trailers, cobertores, elementos de seguridad y asesorando sobre la documentación que exige la Prefectura Naval Argentina (PNA) para poder habilitarla y al fin disfrutar del río.
Temporada alta
Para el encargado de Náutica Menor Hermanos, Gustavo D’Amico, “fue un año totalmente atípico por la pandemia y hay que tomar en cuenta que nuestro rubro tiene temporada alta de noviembre a marzo. Nosotros llegamos a quedarnos sin embarcaciones para la venta. La gente optó por comprar lanchas y disfrutar del río ante la incertidumbre de no saber si podía viajar este verano”. La demanda aumentó muchísimo, indicaron y lo mismo sucedió a nivel país al punto que los astilleros están prácticamente colapsados por la cantidad de pedidos y no están pudiendo satisfacer al mercado.
Para arrancar, una embarcación familiar, marca Robinson Mantra con una motorización Yamaha 60 HP de 4T, considerada económica pero de primera línea, tiene hoy un valor de 2,2 millones de pesos. “Si nos pasamos a una embarcación deportiva, que varía de acuerdo al motor que se le coloque, estaríamos hablando de 2,7millones hacia arriba hasta lo que uno pretenda”, destacó D’Amico.
Pese a la importante cifra que se maneja, “las ventas fueron hasta el triple en los meses de temporada baja, pero llegando a la temporada alta nos encontramos con poca mercadería y eso nos terminó condicionando. La demanda sigue e incluso tenemos lista de espera de embarcaciones que ya se concretaron las operaciones”, reconoció el vendedor.
De todas las lanchas existentes en el salón solamente hay dos para ser vendidas porque el resto de los propietarios las dejan porque no tienen lugar donde guardarlas y prefieren por ahora dejarlas en el salón. “Aumentó la demanda de golpe y en este momento se están construyendo guarderías para satisfacer esta demanda explosiva que hubo”, dijo D’Amico.
Saber dónde se utilizará
Hay preguntas básicas que los vendedores realizan a quien van en busca de su primera lancha para paseo familiar y tiene que ver con el lugar o zona en la que utilizará.
“Antes de recomendar una lancha debemos saber si la navegación de quien viene a comprar será en Posadas, de Candelaria hacia Iguazú o de la represa hacia Ituzaingó. Es porque las prestaciones son diferentes. Por ejemplo, acá en Posadas se generó un lago, el clima es muy inestable y en consecuencia hay una determinada medida mínima de casco y la potencia del motor que debe tenerse en cuenta para que una familia pueda sentirse segura en el agua”, remarcan los especialistas en el tema.
Además, otro punto fundamental es saber si tienen chicos pequeños, “porque hay embarcaciones que tienen la borda más baja y los chicos son inquietos, no se trata de un detalle menor.Quienes utilizan una lancha para ir de pesca “necesitan más espacio para poder maniobrar y potencia”.