La médica psicoanalista e integrante de @enredados.psi, Silvana Bono, junto a su equipo de profesionales, atendieron llamados de personas que por diferentes motivos, pasaron las festividades solos. Al respecto, habló con PRIMERA EDICIÓN acerca de lo que significa la soledad y por qué se la considera como algo insano cuando en realidad, permite el reencuentro con uno mismo.
“Recibimos muchos llamados de gente que físicamente estuvo sola porque, por diferentes motivos, no pudieron encontrarse con nadie. La mayoría de los llamados fue de adultos mayores o personas con alguna enfermedad. Mucha gente lloró mucho porque les hubiese gustado estar con sus hijos o su pareja y no pudo”, contó.
En los llamados, “trabajamos mucho con la pregunta de ¿qué es la soledad? Porque cada uno tiene diferentes percepciones de la soledad y nunca es realmente pura. Hay soledad en algunas situaciones de la vida y de ciertas personas que no están compartiendo con nosotros aunque quisiéramos que estén, pero eso no es soledad. Eso es que faltan resolver algunos vínculos”, aseguró.
Nueva definición de soledad
La angustia por sentirse solos, no es nueva. Sin embargo, la soledad en pandemia fue mucho más concreta: “Nació con esta pandemia una nueva definición de soledad por la falta de encuentro con un otro”, dijo Bono y agregó que este tipo de soledad “se distinguió por el miedo a la muerte y atravesar este miedo solos en sus casas. Durante meses, las personas no pudieron salir ni encontrarse con nadie”.
Al respecto, dijo que “en la cuarentena tuvimos que aprender a pasar mucho tiempo con nosotros mismos. Esto permitió que muchos usaran su soledad como una herramienta para aprender cosas nuevas. Incluso hubo pacientes que se dieron cuenta que antes de la pandemia estaban más solos que ahora. Durante este tiempo pudieron reencontrarse con sus familias, sus parejas y con ellos mismos”.
“La cuarentena nos permitió encontrar y ver cosas que si no hubiese pasado nada de esto, no lo hubiésemos visto porque no nos dábamos el tiempo o porque no nos animábamos realmente”, remarcó.
“La soledad pura no existe”
Sin embargo, destacó que “es una soledad transitoria, pasajera. ¿Estamos solos realmente? La respuesta es no”. Este año “aprendimos con nuestros pacientes que la percepción de la soledad es muy diferente para cada uno, pero la soledad pura, no existe porque no vivimos aislados”, señaló.
En este sentido, explicó que “la percepción de soledad tiene mucho que ver con la historia de cada uno: si un bebé desde la infancia estuvo solo, en el sentido de que sus necesidades básicas no fueron atendidas, es probable que de adulto se sienta solo. Muchas veces este sentimiento que se manifiesta en el presente tiene que ver con sensaciones del pasado que fueron muy angustiantes y que en ese momento no pudieron resolverse. Entonces en algunas crisis del presente de la etapa adulta, suelen aparecer estos sentimientos de soledad”.
¿La soledad es insana?
Según Bono, “la soledad es un sentimiento que uno siente en determinadas situaciones, pero no es patológico. La clave está en entender por qué nos sentimos así y qué nos disgusta de eso, porque si no lo entendemos, podemos sufrir mucho”.
Sin embargo, aclaró que la soledad puede llegar a ser saludable, incluso “terapéutica”. “Hay quienes eligen estar solos porque se sienten muy bien así y no necesitan encontrarse con nadie porque disfrutan de poder elegir qué hacer siempre y no depender de un otro. Obviamente es sano por momentos, no de forma crónica”, dijo.
“Es muy sano dedicarse un día o una semana para uno mismo, la soledad es necesaria y como profesionales de la salud, la recomendamos muchísimo”, agregó.
¿Cuándo buscar ayuda?
A pesar de que la soledad permite el autoconocimiento, lo cierto es que no todos tienen la capacidad de sacar provecho de esto.
“Si cuando te quedás solo, empiezan a aparecer pensamientos negativos que sólo surgen cuando no hay nadie y si no los sabés controlar, y te asustás o incluso te enferma físicamente, aconsejo siempre buscar ayuda”, recomendó.
“No sólo me refiero a terapia. Puede ser con amigos, algún vecino, miembros de su comunidad religiosa o con meditación… todo vale, pero lo importante es que si se vive la soledad como algo muy angustiante, busquen ayuda porque si no la saben manejar, es muy angustiante”, agregó.
El miedo a estar solos está vinculado a la etapa de la niñez
De niño es muy común asustarse cuando nos quedamos solos porque “empezamos a fantasear con situaciones negativas”. Sin embargo, la profesional mencionó que “cuando uno va creciendo, le saca ese disfraz de monstruo a la soledad y nos amigamos un poco más con ella”.
En este sentido, explicó que “si llegamos a la adultez con miedo a la soledad, hay algo de la etapa de la infancia que no pudimos resolver del todo”.
Por ello, Bono remarcó la necesidad de buscar ayuda en caso de no poder afrontar esta sensación ya que “la soledad es inevitable. Por más que tengas millones de amigos o una familia numerosa, hay momentos en los que estamos solos. Entonces hay que conocerla para poder manejarla y no dejar que ella nos maneje a nosotros”.
Finalmente, alertó contra los vínculos descuidados que se mantienen “con tal de no quedarnos solos”, ya que puede desembocar en relaciones tóxicas porque “para no quedarse solas las personas buscan amistad en cualquiera o se ponen en pareja sin quererlo verdaderamente o experimentan el poliamor o relaciones abiertas… todo por el miedo a la soledad”, dijo.
“La soledad asusta porque exige mayor compromiso y responsabilidad por parte de cada uno de nosotros, menos soledad es menos compromiso”, concluyó.