Una verdadera vergüenza fue lo que armaron varios intendentes misioneros con fiestas callejeras multitudinarias donde hubo de todo (hasta enfrentamientos y policías heridos), menos la implementación de medidas de prevención en la pandemia de COVID-19.
Ante las fiestas clandestinas, cruces ilegales en la frontera, comercios incumplidores de normas, muchos de esos jefes comunales (renovadores y del PAyS) pidieron públicamente a los vecinos y comerciantes que tengan “responsabilidad social”.
Sin embargo, para la Navidad, se mostraron como unos verdaderos irresponsables y las consecuencias las veremos recién en varios días, tras aglutinar a decenas de personas en avenidas y plazas sin barbijos, sin distanciamiento, generando una verdadera burla para quienes dejaron de ver a sus familias, amistades y seres queridos para evitar mayores contagios de este virus que nos cambió rotundamente la vida.
La responsabilidad social debe comenzar por los funcionarios públicos, que deben ser ejemplo de una sociedad que ha visto restringidas muchas de sus actividades en pos de la salud comunitaria. Sin embargo, como en el caso de El Soberbio donde algunos integrantes del Comité de Crisis se fotografiaron en la masiva fiesta en un playón alrededor de la Prefectura, dejaron una lamentable imagen para quienes les confiaron el cargo.
En Misiones, en lugar de descender la cantidad de casos, vemos que se incrementaron como también el número de fallecidos. El Estado pone un enorme esfuerzo por hacer que el sistema sanitario no colapse, poniendo recursos a ese fin que -sin la pandemia de COVID-19- debieron ir a obras y otros objetivos gubernamentales.
Pero en pocas horas, por una fiesta, estos intendentes no hicieron más que arriesgar la salud de jóvenes y adultos convirtiendo la prohibición en legal.
Así como muchos misioneros esperan que un policía los obligue a ponerse un barbijo o a cumplir con otras normas de bioseguridad; hay intendentes que esperan que el Gobernador les diga que nunca habilitó semejantes encuentros en la vía pública.
¿Qué pensarán las decenas de emprendedores y trabajadores de salones de fiesta, DJ, catering que tienen prohibida su actividad y ya no saben cómo subsistir al ver que los municipios hicieron un evento navideño donde todo dio lo mismo?
Para los misioneros respetuosos del momento difícil que se vive, sin vacunación masiva contra el COVID-19 fue una verdadera cachetada irracional de quienes conducen los destinos de los pueblos.
Las vacunas, llave de la economía
Casi sobre el cierre del 2020, la esperanza sigue estando en las vacunas que diferentes laboratorios y gobiernos vienen desarrollando para inmunizar a la población contra el COVID.
No hay espacios sociales donde no se comente la difícil situación que viven los misioneros, muchos tratando de salir de los duros efectos de una cuarentena rígida como la vivida entre marzo y mayo. A pesar de mucha falta de optimismo sobre lo que vendrá en 2021, la esperanza es lo último que se pierde. Aún cuando se tiene una profunda necesidad de estar mejor.
Por eso las encuestas de fin de año reflejan la mayoritaria e imperiosa necesidad de los argentinos de ver un cambio de rumbo en las políticas económicas, que generen herramientas capaces de ayudar a los más desfavorecidos por la crisis a tener una luz esperanzadora de bienestar.
A nivel gubernamental, Misiones parece haberse visto beneficiada en materia fiscal con la pandemia y el cierre de fronteras. Es lo que expuso ayer el gobernador Oscar Herrera Ahuad cuando aseguró que posconfinamiento, la economía misionera generó recursos que lograron una “estabilidad” en las cuentas públicas.
Según el mandatario, hubo dos etapas bien marcadas: una por la llegada de la pandemia y el parate generalizado; y otra por la recuperación paulatina.
“Iniciamos un año muy complejo, con recesión, con caída de la coparticipación federal, importante en lo que hace a la recaudación en la provincia.
Luego con la pandemia en marzo y abril, hubo una caída superior al 20% en materia de coparticipación, y mucho más todavía, en lo que hace a la recaudación de la provincia. A eso, nosotros sumamos, el redireccionamiento de los recursos, sobre todo para el área de salud, el área social, y lo que es la seguridad, también, se hizo muy complejo en las primeras etapas”, describió en FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“Luego sigue una etapa de recuperación de la economía en general, relacionada más con la recaudación que con la coparticipación general, hubo ayuda de la Nación en estos casos también en la primera etapa. Eso nos permitió tener un equilibro fiscal y también poder afrontar con diferentes programas y planes desde la Provincia, la crisis en muchos sectores, por ejemplo el turismo, la agricultura familiar. Creo que en ese sentido pudimos salir adelante en base a un equilibrio y a una mayor recaudación en la provincia, mucho fue por producto del cierre de las fronteras, lo cual demostró que Misiones tiene un alto potencial productivo, de agregado de valor, cuando tiene igualdad de oportunidades para competir”, destacó.
Misiones comenzará el martes su primera prueba con la vacuna rusa, a la espera que la Nación termine de cerrar los contratos con la Sputnik V, la Pfizer o AstraZeneca. Será el personal de salud, que sin dudas se verá forzado en su labor cotidiana por el incremento de casos e internados, el primero en buscar la inmunidad. Pero el camino para lograr una gran parte de la población resguardada del COVID sigue siendo todavía muy largo, de varios meses más (incluida la etapa de la generación de anticuerpos). Días en los cuales el comportamiento social no parece tender a solidarizarse con el prójimo.
La llegada de cualquiera de las vacunas significará poder encarar esta nueva normalidad de manera diferente. Donde la salud permite una mayor movilidad, producción sin sobresaltos como puede ser el cierre de una empresa ante la aparición de casos. Y mayor generación de fuentes de trabajo capaces de recuperar lo perdido en la pandemia.
Fotomultas, algo debe cambiar
Luego que PRIMERA EDICIÓN expuso la “aduana de las multas”, donde se obligaba a los automovilistas a parar y notificarse de presuntas infracciones de tránsito, se conocieron múltiples voces de especialistas en derecho. Estos dejaron en claro la vulnerabilidad en la que se encuentran los automovilistas para ejercer su defensa y la imposición que pretende la provincia para recaudar.
El presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons, dijo que “los controles en los accesos a las ciudades deben ser para detectar si los vehículos tienen pedido de captura, pero no así (para notificar) para las multas”. Agregó que “la multa se le realiza al vehículo, pero no a la persona porque un rodado puede tener varios usuarios; y no es motivo de retención del vehículo; sólo si tiene un pedido de secuestro”.
Advirtió que “no conocemos nuestros derechos ni obligaciones”.
Ante el desconocimiento es cuando algunos funcionarios del Estado parecen aprovechar para recaudar. Porque muchos misioneros buscan la forma de pagar para no tener más dolores de cabeza, aún cuando se les exige una multa por una infracción no cometida.
Las leyes destinadas a brindar seguridad vial están muy lejos de parecerse a esta interpretación que se aplica en Misiones, donde una judicialización aparece como el único mecanismo de defensa. Habiendo tantos problemas y bolsillos flacos, algo debe cambiar en la política multadora que no tiene límites con tal de juntar más y más dinero para las arcas oficiales.