
Por Gisela Fernández
Más de un centenar de pacientes con COVID-19 pasaron por las salas de internación del Fátima, el hospital que se reconvirtió poco después del inicio de la pandemia en el centro de referencia del nuevo coronavirus de la Zona Capital de Salud. Es además uno de los mayores centros públicos de toma de muestras para hisopado de PCR: todos los pacientes con síntomas de COVID-19 de Posadas y Garupá son derivados allí para su testeo.
Y pese a que los trabajadores de salud de este hospital son los que más expuestos están diariamente al virus SARS COV-2 no hubo en estos nueve meses ningún diagnóstico positivo entre ellos (ver “Ningún contagio en el personal”).
A principio del año, y en muy pocos días, este hospital pasó a tener operativo una Terapia Intensiva con una capacidad de ocho respiradores mecánicos y un equipo médico y profesional que, tras intensas horas de capacitación, asumió el desafió de correrse de sus prácticas profesionales habituales para afrontar la atención de pacientes transitando una enfermedad de la que se hablaba mucho y se sabía muy poco.
El Día del Médico, PRIMERA EDICIÓN compartió con una pequeña parte de este gran equipo profesional integrado por médicos, kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos, psiquiatras, enfermeros, laboratoristas y farmaceúticos y conducido por la directora del hospital, la médica Marta Ruiz.
Atención general, internación focalizada
“El hospital está dividido en un sector para guardia de emergencia general y en otro para respiratorios (COVID-19). Este último grupo está organizado en tres tipos de atención: ambulatoria y, dependiendo de la gravedad del paciente, puede pasar a internación general donde tenemos 18 camas o terapia intensiva, con 8 camas. Tenemos otras tres camas en la guardia de emergencia que las reservamos para la atención general, pero estamos derivando al Hospital Madariaga nuestros pacientes con otras patologías que requieran internación”, detalló la directora.
El Fátima no dejó de hacer consultas programadas con especialistas, “tampoco dejamos de operar, aunque se acotó la agenda durante la pandemia”, señaló Ruiz.
Ningún contagio entre el personal
Al ser consultada sobre el incidencia del contagio del COVID-19 en el personal del Fátima, Ruíz contó orgullosa que si bien tuvieron dos trabajadores aislados de la Unidad de Terapia, “hasta ahora no hemos registrado ningún positivo entre nuestros trabajadores, lo puedo decir con seguridad porque incluso lo hemos corroborado con estudios de anticuerpos, además de hacer en varias oportunidades testeos al azar. Así que estoy inmensamente orgullosa del comportamiento del equipo y del trabajo realizado”, destacó.