Los intendentes de siete municipios misioneros, afectados por el embalse de la represa Yacyretá, se reunieron el pasado viernes en San Ignacio donde acordaron trabajar unidos y endurecer sus reclamos al director ejecutivo de la Entidad, Ignacio Barrios Arrechea, por falta de respuestas a los resarcimientos pendientes.
En el encuentro estuvieron Luis Ripoll (Garupá); Carlos Flores (Candelaria), Pablo Castro (Santa Ana); Javier Peralta (San Ignacio); Francisco Aquino (Loreto); Rosendo Lukoski (Roca) y Mabel Cáceres (Santo Pipó).
En el encuentro, según explicaron a PRIMERA EDICIÓN, los jefes comunales llegaron a la conclusión de que no están teniendo los resarcimientos necesarios por el impacto de la EBY en sus municipios pero además hay incumplimiento de varios convenios firmados y vigentes por los cuales deben recibir compensaciones. Incluso ven obras en la costa paraguaya y en Corrientes, que no se replican en Misiones.
Uno de los participantes dijo a este Diario que “nos sentimos menospreciados” por las autoridades de la EBY.
“Vamos a elaborar un reclamo conjunto, más drástico, porque hasta ahora presentamos las notas y exigimos que se cumplan con los convenios pero no tuvimos respuestas”, explicó un intendente.
Al respecto de los reclamos, explicaron que “se tienen que realizar obras de mitigación por las tierras inundadas, se deben realizar reposiciones funcionales, obras dentro del casco de cada municipio, infraestructura que genere mano de obra constante”.
“Hay convenios firmados con municipios y no se están ejecutando. La Entidad tiene que asistir en forma permanente mientras dure la represa”, explicaron.
Santa Ana se adelantó
En septiembre, el intendente de Santa Ana, Pablo Castro señaló a PRIMERA EDICIÓN que había elaborado reclamos en dos aspectos: 1)- regalías económicas por las pérdidas que sufrió el municipio al construirse la represa y elevarse el embalse del río Paraná y; 2)- obras y programas para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
“Santa Ana fue muy afectada por la represa y no recibimos nada. Nuestro principal potencial era el puerto y se fundió desde que comenzó la obra porque se detuvo la hidrovía. Ahí empieza el daño. Después suben el embalse y Santa Ana no recibió nada”, se quejó.