No alcanzaron los recursos de los bomberos voluntarios de esta ciudad ni de los guardaparques que prestan servicio en la Reserva de Biosfera Yabotí para contener el incendio ocurrido este domingo en el Lote 8.
Por ese motivo, la Provincia tuvo que salir a dar respuesta con el avión hidrante para ayudar a contener lo que en la jerga se conoce como “incendio de copa” y que arrasó con más de 60 hectáreas de esa zona protegida.
Se supo que uno de los focos se encontraba a 15 kilómetros del parque Moconá.
La aeronave comenzará a trabajar en el foco a partir de esta madrugada. Asimismo, desde las 5 de la mañana se reforzará el plantel de bomberos y de brigadistas en la zona.
Hasta anoche la situación en el terreno era de trabajo de contención, con un grupo pequeño de trabajadores.
El Soberbio cuenta con un cuerpo de bomberos con equipamiento básico y, aunque habían hecho un muy buen soporte el sábado último, cuando también comenzó un foco, lo de ayer se salió de control.
De acuerdo a las palabras del director provincial de Manejo del Fuego, Luis Chemes, “puede haber una reducción del foco durante la noche porque cambian las condiciones de humedad del ambiente, pero la actividad del fuego no está controlada”.
De acuerdo al relato que pudo recabar PRIMERA EDICIÓN, tras la consulta con algunos guardaparques que conocen la zona, “es raro que haya incendios forestales en esa zona porque es un área de monte nativo”.
“De todas formas, el lugar donde comenzó el fuego no es absolutamente de monte nativo, sino un área donde en su momento hubo explotación forestal y en la actualidad está en recuperación, lo que llamamos un monte secundario”, especificó a este Diario Santiago Belliti, quien cumplió funciones en la reserva Moconá por más de 10 años.
“De todas formas no es una zona de riesgo para los incendios ya que en el área hay mucha humedad de ambiente. Que haya un incendio ahora allí es un indicador de la fuerte sequía existente”, enfatizó Belliti.
También en el Cuña Pirú
Otra denuncia que trascendió en la tarde del domingo tuvo que ver con los focos de incendio en el Cuña Pirú, cerca de donde está asentada la comunidad guaraní Caacupé, en el medio de los municipios de Aristóbulo del Valle, Ruiz de Montoya y Campo Grande.
“Es desesperante la situación y la comunidad está alertando pero la ayuda no llega”, denunció la Pastoral Aborigen.