Decenas de jóvenes misioneros se presentaron para ingresar a las fuerzas de seguridad de la provincia. Como es habitual, además de un examen psicofísico, se realiza uno teórico en la modalidad opción múltiple, calificado de dificultad media. Se armó desde el gabinete académico del Instituto Universitario de Seguridad en base a conocimientos de la educación secundaria en Historia de Argentina y de Misiones; Introducción al Derecho, muy básico; y Expresión Oral y Escrita.
Sin embargo, un 80% de quienes pretenden entrar en la Policía de Misiones y un 70% al Servicio Penitenciario reprobaron las pruebas online. Años anteriores esas cifras eran altas pero no tanto. Había un importante porcentaje de “bochados”, pero nunca como este año.
Teniendo en cuenta cuáles fueron los ejes de la prueba, debe servir de llamado de atención para el sistema educativo misionero pero también de padres y los propios interesados que no consiguieron responder una mayoría de preguntas, de manera correcta.
¿Se puede “culpar” a la cuarentena por la pandemia y la educación virtual a la que obligó ésta? Es posible que -en parte- la formación no haya sido la esperada. En ese sentido, la UNICEF salió esta semana a advertir que la ausencia de los niños y adolescentes en las aulas, amenaza con producir daños irreversibles la educación, la nutrición y el bienestar de los jóvenes de todo el mundo.
Sin embargo, no debe descartarse cierto desinterés de los estudiantes o inadecuada enseñanza de los contenidos básicos en las escuelas, como ejes del fracaso de esa mayoría que buscó una salida laboral en las fuerzas de seguridad.
Desde ese punto de vista es que el propio Instituto Universitario comunicó ayer la segunda oportunidad. Para esta u otras carreras de educación superior, habrá que trabajar en un “puente” formativo para evitar que “bochazos” posteriores hagan desertar a los jóvenes sin los conocimientos básicos. Si se llega a esa etapa, costará lidiar con la frustración.