Una denuncia anónima puso en alerta a las fuerzas de seguridad federales que por estas horas investigan la veracidad de la advertencia. El aviso llegó de manera virtual a la embajada argentina ante el Reino Unido.
En el mismo se sostiene que un cargamento de nitrato de amonio fue transportado desde la ciudad paraguaya de Encarnación hacia Posadas. El objetivo, se asegura, es armar explosivos para concretar un atentado.
El poder del nitrato de amonio encuentra un antecedente cercano en la tremenda explosión que se produjo semanas atrás en el puerto de Beirut. El hecho dejó 204 muertos y más de 5.000 heridos de diversa consideración, además de considerables daños materiales en buena parte de la ciudad. Lo que estalló era justamente nitrato de amonio almacenado.
El mensaje que llegó a la sede diplomática argentina se produjo en paralelo a una operación de la policía paraguaya en Encarnación, que secuestró cartuchos de dinamita y abortó la fabricación de un coche bomba con el que una conocida banda brasileña buscaba liberar a sus líderes presos en una prisión de la zona (ver nota al pie).
Consultada tras la reciente denuncia, una alta fuente de seguridad señaló que los hechos son disímiles y que la denuncia que llegó a la Embajada argentina en Londres se relaciona al “terrorismo internacional”. “La denuncia es anónima: hay un posible imputado libanés, pero cuando detectives lo investigaron no le encontraron nada incriminatorio”, revelaron las fuentes consultadas.
En el Gobierno de Misiones no fueron informados del hecho ni de la investigación, según confirmaron a PRIMERA EDICIÓN fuentes oficiales.
Fuentes policiales aseguraron al sitio Infobae que la alerta de INTERPOL existe, que hasta el momento se investigó de dónde provino y que aún no se encontró ningún material ni tampoco el transporte.
Un comunicado del equipo de Seguridad de la ministra Sabina Frederic confirmó la denuncia sobre la tarde de ayer, señalando que el “mensaje anónimo” daba cuenta de que “el posible objetivo de ese explosivo sería la comunicad judía”.
La primera versión fue publicada en el sitio Data Clave. Posteriormente altas fuentes del Gobierno nacional señalaron que era cierto que hubo una denuncia del tipo especificado, pero aclararon que no hay confirmación de que el transporte de dicho cargamento se haya realizado verdaderamente.
Con todo, el caso fue derivado al Juzgado Federal 6 (a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti) y lo investiga la Dirección General de Coordinación Internacional de la Policía Federal, junto con la Unidad de Investigación antiterrorista, las otras fuerzas policiales y la Dirección Nacional de Migraciones.
Las fuentes consultadas señalaron que se reciben “numerosas denuncias” a lo largo del año. En este caso fue recibido a la página de Facebook de la embajada argentina en Londres, y que el embajador Javier Figueroa trasladó a Buenos Aires, tras lo cual también intervino INTERPOL.
La ministra Frederic habló en las últimas horas con el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Jorge Knoblovits, quien le manifestó su preocupación sobre la denuncia.
Ambos hablaron entonces de la necesidad de reforzar los sitios de la colectividad judía -templos, clubes, colegios- ya que de acuerdo a la denuncia el transporte de ese cargamento de nitrato de amonio tendría como objetivos ese tipo de blancos. Pero esa línea de la denuncia también se investiga y no fue confirmada.
De su lado Infobae se contactó con Knoblovits, quien indicó que “la DAIA está en el tema desde el minuto cero. Estamos en contacto con el Ministerio de Seguridad, con la ministra Sabina Frederic. Las alertas tempranas están en ejecución y los niveles de seguridad también”. “El camión no fue detenido y uno de los trabajos que realizan las autoridades es detectar la existencia del mismo a través de un rastrillaje por todo el país”, agregó Knoblovits.
Días atrás, Knoblovits y Frederic también habían hablado sobre reforzar la seguridad de los sitios de la colectividad. Fue tras el reciente ataque terrorista en Viena, que dejó cinco muertos.
Con el antecedente de los ataques terroristas a la embajada de Israel (1992, 29 muertos) y a la AMIA (1994, 85 muertos), todos los hechos que tienen lugar en la Triple Frontera, o en zonas cercanas siempre, sensibilizan tanto a la dirigencia judía como a las fuerzas de seguridad.
Funcionarios que manejan información sobre la denuncia hecha a la embajada en Londres pidieron no alertar sobre atentado alguno, sino dejar que la policía haga sus investigaciones. Y recordaron que la frontera norte es hoy escenario también de un fenómeno en el que el terrorismo lo utiliza el crimen organizado en las redes de narcotráfico y están ambos interrelacionados.
Fuente: Agencia NA y Medios digitales.