Nicolás Reinsch es el amo de Lobo. Una mascota muy particular, querible, amable y sumamente fiel. A simple vista parece un perro mestizo, con ese pelaje manchado, como un jeans nevado, pero es de raza, un pastor ganadero australiano (blue heeler-talonero azul) y es cierto porque Lobo siempre está siguiendo a sus amos.
Nicolás nos cuenta que “es muy apegado a mí y a los chicos que trabajan conmigo en la veterinaria. Nos sigue a todos lados a los tres, incluso podemos jugar a las escondidas con él. Le preguntamos dónde está alguno de ellos y lo busca”.
A lo que agregó: “Responde a las órdenes que les damos, es un perro que le gusta hacer lo que le decís. La raza es así todo el día espera órdenes de sus ‘amos’ y es muy obediente”.
Verlo en Posadas llama la atención porque más allá de saber su nombre y llamarlo, “si no te conoce no responde a tu llamado, te ignora totalmente” y dan fe de eso los clientes que más de uno quiere hacerle un cariño y lo llama, pero Lobo ni ‘bolilla’, sigue atento a los pasos de su amo.
Fue así cómo SextoSentido supo de este amigo fiel ejemplar, pues Paula nos contó que al verlo tan “lindo”, le preguntó a Nicolás su nombre: “Lobo” le respondió y comenzó a llamarlo así pero nada, ni siquiera se dio vuelta a mirar quién decía su nombre.
Además, atrajo su atención la manera en que seguía a su dueño, “sin perderlo de vista en ningún momento”. Sin dudarlo quisimos conocerlo y al contarle la anécdota de Paula, Nicolás sonrió y dijo:
“Si, es así, no responde a su nombre dicho por personas que no reconoce la voz. Lo tengo desde hace dos años; cuando lo encontré me lo traje de Paso de los Libres porque es una raza que conocía y muy difícil de conseguir. Es especial para trabajo en campos con ganado. Incluso traje a una hembra desde Santo Tomé, la cruzamos con él y la volví a llevar. Es una gran raza aunque parezca un perro de cruza; acá en Posadas hay tres o cuatro no más, no se ven mucho”.
Aquí lo vemos en las fotos, con la mirada atenta y un gran compañero porque “va conmigo a todos lados, va al río, en la camioneta atrás, va tranquilo sentado”.
“No tiene juguetes especiales sólo pelotas porque en realidad son perros especialmente para el trabajo. Son muy parecidos en tamaño a los border collie que trabajan con ovejas, pero esta raza es un poco más fuerte como para trabajar con ganado mayor”, remarcó.
Algo de la historia
En 1840 un ganadero australiano importó una pareja de Highland Collies de pelo azul de Escocia, resultaron perros que ladraban mucho. La descendencia de esta pareja la cruzó con el Dingo y obtuvo un perro de trabajo silencioso, ya fuera de pelaje azul o rojo. (es.wikipedia.org).
Y ya saben, no se gasten en llamar a Lobo si no los conoce. ¡Gracias Nicolás por presentarlo!