La Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) expresó en un comunicado su “profundo dolor y consternación ante la muerte violenta de dos niñas de 11 y 12 años en la zona de Yby Yaú”, a manos del Ejército Paraguayo.
El pastor distrital Daniel Frankowski, representante de la Federación de Congregaciones de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en el Paraguay (FEDIPA-IERP) y el pastor presidente Leonardo Schindler no solo repudiaron los asesinatos, también analiza la situación de la falta de tierra, condena el accionar de grupos violentos y reclama al Estado paraguayo “proteger a la población, investigar los hechos ocurridos, así como brindar las oportunidades para que niños y niñas puedan crecer en paz”.
“La muerte de dos niñas en tales circunstancias no puede jamás ser exhibido como si se tratase de un espectáculo”, aseguraron los representantes de la IERP. “Más bien se trata de un hecho repudiable y aberrante que, sumados a muchos otros más, deben llamarnos a una profunda reflexión sobre el tipo de sociedad y país que estamos construyendo”.
Comunicado-a-la-Opinión-PúblicaIndicaron que “las situaciones de exclusión, falta de tierras y oportunidades para una vida digna no se resuelven por medio de las armas”, por lo que condenaron “el actuar de grupos que operando al margen de la ley se convierten en organizaciones que generan violencia y crimen”.
“Es una obligación irrenunciable del Estado proteger a la población, especialmente a los más débiles, haciendo pleno uso de los instrumentos que le provee la ley y nunca por fuera de ella, ajustándose a las normas a las normas con criterios de transparencia, proporcionalidad y Justicia”, afirmaron Frankowski y Schindler.
Exhortaron al Gobierno de Mario Abdo “a que arbitre todos los medios necesarios que permitan investigar los hechos ocurridos, sin entorpecimientos ni encubrimientos. Porque solo es posible la paz allí donde haya Justicia”.
Finalmente, recordaron que el Estado debe “desarrollar políticas públicas capaces de garantizar una mejor calidad de vida”, tales como “colegios, hospitales, fuentes de trabajo, seguridad, acceso legal a las tierras y tantas otras, son condiciones indispensables para generar paz social”, lo que permite “proteger a los niños y las niñas, brindarle todas las oportunidades para que puedan crecer y vivir libres de violencia, maltrato y abusos, garantizando su integridad, por encima de los intereses personales, es una responsabilidad que nos cabe a todos y es un derecho que debe ser preservado siempre”.