
El Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal 8 de Buenos Aires otorgó una cautelar a favor de IMPSA (ex-Pescarmona) para que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) se abstenga de seguir ejecutando el contrato con la empresa alemana Voith Hydro para la fabricación y colocación de tres turbinas electromecánicas en el brazo Aña Cuá por u$s 99,7 millones, para sumar 276 MW de potencia a la principal central hidroeléctrica del país.
Sin embargo, ante esta noticia, ayer informaron desde la Entidad que las obras civiles no están afectadas por este fallo y, por lo tanto, continuarán con normalidad.
Según informó el diario Cronista, la decisión de la jueza Cecilia de Negre obliga a un parate en las obras hasta que la Secretaría de Energía se expida, en un plazo no mayor a los seis meses, sobre un proceso administrativo que presentó IMPSA, como parte del consorcio Araverá, que comparte con la firma paraguaya CIE y con la estatal Power China.
IMPSA, que recientemente solicitó asistencia financiera al Gobierno, cuestionó el proceso de adjudicación y sostiene que su oferta de u$s 116 millones era más económica, por tener mayor contenido nacional (en Argentina y Paraguay).
El Gobierno argentino, como co-accionista de la EBY, estará en un brete. Deberá definir si va a rever la adjudicación a favor de una empresa de Alemania, que cuenta con el auspicio de la canciller Angela Merkel, con voto clave en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo con el que Argentina renegociará el préstamo de u$s 44.000 millones (sólo de capital). Enfrente está una firma nacional en crítica situación.
El país europeo, como promotor de Voith Hydro, también está atrás del proyecto para construir la represa hidroeléctrica Chihuido, en Neuquén, que ya fue licitado por u$s 2.000 millones a favor de Helport, de Eduardo Eurnekian, que nunca consiguió el financiamiento prometido por Rusia.
Las obras de Aña Cuá demandarán una inversión de USD 500 millones, que se dividen en aproximadamente USD 100 millones para la provisión de tres enormes turbinas -de 250 toneladas y 9 metros de diámetro cada una- y el resto para la construcción de la obra civil, que serán financiados con fondos propios de la Entidad Binacional Yacyretá.
Recursos de apelación
El director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Ignacio Barrios Arrechea, aclaró ayer mediante una gacetilla de prensa que “el avance de obras civiles de la mega obra Aña Cuá no se paralizan por la medida judicial dispuesta por la jueza Cecilia de Negre, del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal 8, dado que la misma en principio estaría vinculada únicamente al contrato por la provisión de las turbinas a cargo de la empresa alemana Voith Hydro”.
El Director Ejecutivo, adelantó que, si bien “la entidad no ha sido notificada de la medida decretada a instancias de la empresa IMPSA, oportunamente se analizará la presentación ante el juzgado, de un recurso de apelación contra dicha medida”.
Cabe destacar que IMPSA es fabricante de turbinas, y fue una de las que participó de la licitación pública internacional para la provisión del equipamiento electromecánico donde la firma alemana Voith Hydro resultó ganadora.
Las obras civiles que llevan más de un mes de ejecución, permitirán un 9% más de potencia a la Central Hidroeléctrica a través de la instalación de tres nuevas turbinas de tipo Kaplan.