El coronavirus en Brasil ya ha causado 1.124 muertes y la cifra de contagios ha llegado a 20.727. Así lo informó este sábado el Ministerio de Salud, que volvió advertir de que el país todavía está lejos del llamado pico de la pandemia.
Por primera en tres días, los fallecidos en las últimas 24 horas en el país (67) no pasaron del centenar. En tanto que el número de casos confirmados se incrementó en 1.089 desde la víspera, para superar otra vez el millar en una sola jornada.
Las autoridades del Ministerio de Salud de Brasil volvieron a advertir sobre la “necesidad” de que los ciudadanos respeten todas las medidas de restricción de la circulación adoptadas por gobernadores o autoridades municipales.
La gran preocupación, según subrayó el ministerio en su boletín diario, es controlar el ritmo de contagios y “ganar tiempo” para equipar los hospitales, a fin de que estén listos para cuando se acerque el pico de la pandemia, previsto para fines de este mes o principios de mayo.
Este sábado, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien ha insistido en criticar y desafiar las medidas de aislamiento forzadas por el avance del COVID-19, visitó un hospital de campaña que está siendo montado a 60 kilómetros de Brasilia, en el estado de Goiás.
Lo hizo junto con el Ministro de Salud, Luiz Henrique Madetta, y esta vez, a diferencia de otras en que salió a pasear por las calles de Brasilia en claro desacato a la cuarentena, utilizó una máscara. Además, el gobernador del estado de Goiás, Ronaldo Caiado, le obligó a lavarse las manos con alcohol antes de saludarle.
Caiado mantiene una estrecha relación con Mandetta, quien así como él es médico, y recomienda las cuarentenas y todas las medidas para restringir el contacto entre personas frente a la pandemia, algo que el máximo mandatario brasileño criticó desde el principio de la crisis.
Aún cuando esta vez tuvo algún cuidado, Bolsonaro se acercó a un grupo de seguidores que se apiñó a la salida del hospital y, ya sin la máscara, hasta abrazó a algunos. Mandetta no quiso comentar esa actitud, pero volvió a insistir en que “quien participe en aglomeraciones, en algún momento lo va a lamentar”.
Human Rights Watch cuestionó a Bolsonaro
La organización Human Rights Watch (HRW) salió a criticar este sábado los intentos del presidente de Brasil de “sabotear” los esfuerzos que su propio gabinete y los gobernadores hacen para contener el avance del coronavirus en ese país, Además, afirmaron que el mandatario actuó “de manera imprudente al difundir información engañosa sobre la pandemia”.
De esta manera, la organización HRW dio a conocer un duro comunicado en el que remarcó que, “durante semanas, Bolsonaro ha estado saboteando a los estados y los esfuerzos de su propio ministro de Salud (Luiz Henrique Mandetta) para contener el avance del coronavirus poniendo las vidas y la salud de los brasileños en un grave peligro“.
El texto, firmado por el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco señala que, para terminar con las “muertes evitables” por esta pandemia, los líderes deben garantizar que la población tenga acceso a información precisa y veraz para poder proteger su salud.
“El presidente Bolsonaro está haciendo todo menos eso“, añadió.
De esta forma, la ONG alertó sobre el derecho a la información en Brasil y destacó que Bolsonaro ha minimizado la gravedad del coronavirus al compararlo con una “gripecita” o con un “resfriado”. Además, consideró que era una “fantasía” promovida por los medios de comunicación.
“Bolsonaro ha ignorado las recomendaciones de distancia social y ha alentado a las personas que no fueran mayores a hacer lo mismo, poniéndolos en riesgo de contagio“, añadió el texto, reproducido por la agencia de noticias Europa Press.
El mandatario brasileño criticó a los medios de comunicación del país, a los que acusó de “expandir la sensación de miedo” al informar sobre los numerosos casos y muertes provocados por el coronavirus.
Fuente: Télam