Un grupo de mujeres de la colonia Siete Estrellas se juntó para crear fuentes de trabajos. Están formando una cooperativa textil para cubrir la demanda de confección de ropas, uniformes e indumentaria deportiva para la zona. Son amas de casa que quieren abrirse un camino laboral en conjunto y se juntan una vez a la semana para recibir capacitaciones.
Hasta el momento son 16, todas se ocupan de las tareas del hogar, y se juntaron para formar una cooperativa de trabajo. Todas residen en la zona de la colonia Siete Estrellas. No tienen tierra suficiente para realizar plantaciones ni para criar muchos animales. Es por eso que la mayoría se dedica a los quehaceres domésticos pero no faltó alguna que trabajara como peón rural o como tarefera. Pero la ex-Convencional Constituyente, Estela Adoryan, las invitó a unirse y hasta les consiguió los primeros trabajos: confeccionar mochilas recicladas de tela de jean para los niños Mbya de la aldea Takoa Poty.
Silvia Ávalos es la presidente de la comisión pre Cooperativa Textil Mujeres Unidas. El proyecto vio la luz a partir de su trabajo como costurera. “Esto nació de un proyecto familiar que tengo desde hace unos tres años. Hago corte y confección en mi casa y ese es mi trabajo. Luego, con la invitación de Adoryan y Luis Recta se creó el grupo de mujeres unidas. Primero éramos unas 200 mujeres en distintas colonias de San Pedro. La idea era formar una cooperativa agropecuaria, pero terminamos dividiéndonos en dos. Nosotras quedamos con el proyecto de las costureras”, contó.
Las mujeres “no contamos con tierra suficiente para trabajar en la chacra. Vivimos en terrenos chicos que no alcanza para hacer importantes cosas como plantaciones, sólo hacemos creaciones para subsistir. Entonces salió la idea de formar esta cooperativa textil. Es para que podamos tener una salida laboral y para ayudar a la economía de la familia, sin tener que salir a trabajar para otro y dejar la casa. Acá lo que hacemos es salir a trabajar en las chacras de los otros o a tarefear”, manifestó.
Ávalos hizo un curso de corte y confección y eso le dio la oportunidad de enseñar a otras mujeres.
“Sé corte y confección y les enseño a quienes no saben. Trabajamos con nuestras maquinas hogareñas. No tenemos las industriales para hacer grandes trabajos, nos arreglamos con las que tenemos ahora. Nos juntamos una o dos veces por semana. Cada una lleva su tela y ahí aprendemos a marcar, a medir, a cortar y a coser. Estamos unidas y con un objetivo que es obtener la personería jurídica de la cooperativa y después salir a buscar trabajo”, explicó.
Ávalos fue electa como presidente de la cooperativa textil por sus propias compañeras, que la consideran una líder porque “es encaradora y sale a golpear puertas para conseguir cosas para todas”. Y hay quienes confían en el grupo que formaron. “Con las chicas fuimos convocadas para trabajar con el grupo PuntoNEA de San Pedro, en la elaboración de kit escolares para los chicos de la aldea Takoa Poty”, dijo, al tiempo que recordó que tienen la promesa del Gobierno provincial para conseguir trabajo.
Narró cómo es el proceso de las tareas que realizan con el reciclaje de pantalones de vaquero que terminan transformándose en mochilas para los chicos. “Nos traen los materiales y nosotros elaboramos las mochilas para el kit escolar. Son mochilas recicladas de telas de pantalones vaqueros. Ellos nos traen los materiales que juntan, nosotras desarmamos y luego confeccionamos las mochilas con esas telas. Hacemos reciclajes. De esa manera comenzamos a trabajar y ellos nos pagan por el trabajo. Es el primero que tenemos en conjunto con la cooperativa en formación”.