A la par de los avances en la investigación e instrucción de la causa por el asesinato y robo del exsargento de la Policía bonaerense, Pablo Martín Arredondo (37), fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN confiaron que las dos jóvenes, de los siete sospechosos de la pesquisa, declararon ante la Justicia y negaron haber participado del robo y ataque, sólo señalaron que estuvieron la noche del crimen en el departamento de calle Colón casi Entre Ríos, pero sólo para compartir bebidas alcohólicas y estupefacientes y que no participaron de la golpiza y robo.
Una de estas dos muchachas de 18 años fue novia de Arredondo y las sospechas recaen sobre ella como la supuesta organizadora del robo, ya que habría tenido conocimiento previo que la víctima tenía una suma importante de dinero, suficiente para una transacción de compra de una camioneta Toyota Hilux.
Ambas sospechosas fueron reconocidas en videos de cámaras de seguridad de comercios aledaños al edificio donde Arredondo alquilaba un pequeño departamento. Dentro de este inmueble fue encontrado cuatro días después, muerto y en avanzado estado de descomposición.
De acuerdo a lo que pudo ser reconstruido hasta el momento, Arredondo fue asfixiado y golpeado para robarle. Y según los registros obtenidos por los investigadores de la Dirección de Homicidios las jóvenes abandonaron el lugar con el dinero en un bolso o mochila, luego del ataque con colaboración de al menos tres muchachos.
Hipótesis
La instrucción que encabeza el juez Fernando Luis Verón, cuenta con seis detenidos y un menor de 16 años libre pero supeditado al expediente.
La principal hipótesis del asesinato apunta a que se premeditó por el conocimiento que la víctima poseía una suma importante de dinero y la muerte fue el desencadenante de la violencia desatada ya que el expolicía se resistió al robo pese a que habría estado bajo los efectos de una droga de uso veterinario.
La versión del robo como móvil tomó fuerza con una serie de pruebas. Primeramente las imágenes de las cámaras de seguridad son contundentes y captaron a los seis detenidos y al menor en inmediaciones al lugar del hecho.
Se investiga incluso si la víctima fue dopada con ketamina, además de la ingesta de alcohol y consumo de cocaína.
“La intención era anestesiarlo para llevarse el dinero. Como él se resistió y notó que estaban por robarle, tuvieron que golpearlo entre varias personas hasta dejarlo inconsciente, incluso asfixiarlo con un cinto para matarlo”, remarca la hipótesis planteada por los pesquisas.
Por el momento
La causa continúa bajo la carátula provisoria de “averiguación de robo y muerte”. Con el avance de la instrucción el expediente podría derivar en “homicidios criminis causa” o “robo seguido de muerte”.