Hoy se cumplen 48 horas del hallazgo del cuerpo de Pablo Martín Arredondo (35) y al menos seis días desde que los vecinos escucharon una discusión en su departamento céntrico. Tras ingresar al lugar, la Policía lo halló sobre la cama con signos de violencia. Los primeros indicios indicaban que lo habían matado y esto finalmente fue confirmado ayer por la autopsia.
La causa se investiga desde un principio por homicidio y los investigadores están detrás de varios sospechosos que estuvieron con la víctima esa noche.
Luego del operativo policial que se llevó a cabo el domingo por la tarde en el edificio en el que vivía Arredondo, ubicado sobre la calle Colón, entre La Rioja y Entre Ríos, por orden del Juzgado de Instrucción 3, el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial para la correspondiente autopsia. Prácticamente sólo restaba confirmar la forma en la que lo habían matado, para darle el marco legal a la investigación por el crimen.
PRIMERA EDICIÓN pudo saber en base a fuentes consultadas que el cuerpo tenía fractura de mandíbula y un golpe en la cabeza producido por un elemento contundente. Pero el traumatismo de cráneo no fue el que le provocó el deceso, sino una “asfixia mecánica por ahorcamiento”.
El trabajo conjunto entre los forenses y la División Homicidios y Criminalística de la Policía pudieron determinar que Arredondo había sido estrangulado con un cinto, que además fue uno de los objetos que estaban en el departamento y fue secuestrado como evidencia.
Si nos remontamos días atrás, precisamente en la madrugada del miércoles 19, en base a la denuncia que realizaron los vecinos por los disturbios que había en el departamento del tercer piso, se puede deducir que se desató una pelea y ésta culminó con el asesinato de Arredondo.
En la llamada que efectuó uno de los vecinos al 911 quedó expresado que parecía que había ocurrido una “discusión de pareja” en el lugar. Esto indicaba que una mujer había estado con Pablo, pero no fue la única: en total eran cuatro las personas que estuvieron con él.
Justamente los investigadores hallaron un carnet de conducir a nombre de una mujer y otra identificación a nombre de un hombre de 36 años. Luego de la pelea todos se fueron de allí, menos Pablo, que quedó tendido boca abajo sobre la cama.
En las pruebas que recolectó la Policía son claves los registros de las cámaras de seguridad de los comercios, del colegio y las de monitoreo urbano que están en la zona. Éstas sirvieron para ayudar a la identificación de los demás sospechosos, sobre los cuales la Policía está sobre sus pasos.
Cabe recordar que el o los autores tuvieron cuatro días de ventaja, hasta que, por el estado de descomposición del cuerpo, se supo que había una persona muerta en el departamento.
La víctima hacía poco que se había radicado en Posadas, era oriunda de la provincia de Buenos Aires y aquí se dedicaba a la compra y venta de automóviles.
Si bien personal de Toxicomanía halló rastros de cocaína y marihuana en el lugar, habría sido sólo para consumo personal. Fuentes del caso señalan que por el momento no se confirma la hipótesis acerca de actividades relacionadas a la venta de estupefacientes. En este sentido, el móvil del crimen aún no pudo determinarse con certeza. Por estas horas, la teoría que se maneja habla de una discusión circunstancial que derivó en el crimen.
Mientras, la Policía busca a las cuatro personas que fueron las últimas que vieron con vida a Pablo y que también están sospechadas de asesinarlo.