Un antes y un después pueden significar para el misionero Ricardo Báez (23) las próximas semanas en Canadá. Es que el posadeño buscará en el país del norte su lugar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, un desafío difícil pero no imposible.
Heredero del legado que los Báez cultivaron junto a la lucha olímpica en Misiones, Ricardo partirá hoy junto a otros cuatro luchadores argentinos hacia Ottawa, donde primeramente debutará en el Panamericano, el próximo lunes. Una vez que finalice ese torneo, se abrirá el Preolímpico, donde el posadeño debutará el domingo 15 de marzo.
“Es la primera vez que voy a competir en un preolímpico. Por ahora trato de controlar los nervios, de estar tranquilo, aunque sé que va a ser más difícil una vez que esté allá y a medida que se vaya acercando el día del debut”, contó Ricky a EL DEPORTIVO en pleno armado de valijas.
La citación para el Preolímpico de Canadá llegó a último momento. Pese a ello, Báez inició rápidamente una dura pretemporada en busca de alcanzar el mejor rendimiento. “Hicimos un entrenamiento a full con mi entrenador Gabriel Medile. Ahora resta esperar por el fixture para saber quién será el rival. Eso se conocerá recién el día antes del arranque del torneo”, especificó Ricardo, quien actualmente vive en Buenos Aires y entrena a diario en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD).
Sin dudas, Ottawa será todo un desafío para el misionero. “Va a ser difícil alcanzar la clasificación, pero voy con toda la fe a dejar lo mejor. Mi objetivo es estar en el podio. Voy a intentar cumplir un sueño. Que sea lo mejor. Imaginate que sólo el campeón y subcampeón clasificarán a Tokio. Y acá van a estar los mejores del mundo”, analizó Báez, quien finalizó con una promesa: “Sólo sé que voy a dejar todo, no importa quién esté enfrente”.