La ley de Góndolas sancionada por el Senado busca regular la competencia de marcas en los anaqueles de los supermercados, con la idea de terminar con los abusos de posiciones dominantes de mercado que lesionan al universo de consumidores.
Ante esto, los empresarios del comercio brindaron su opinión sobre el tema y dieron su visto bueno a la normativa nacional.
Entre los principales puntos destacaron que las PyME tendrán mejores oportunidades de ventas, pero reconocieron que son importantes los controles -de precios y de mercaderías- para que la norma se cumpla.
El presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, Leo Bilanski, dijo a FM 89.3 Santa María de las Misiones que “la ley busca democratizar el acceso a las góndolas, es decir que las PyME puedan vender sus productos que tienen precio, calidad y cantidad; sin peajes o barreras que lo impidan como son las cadenas monopólicas u oligopólicas, ya sean industriales como comerciales”.
En lo que refiere al cumplimiento, explicó que “Argentina viene de una desidia de dos décadas donde los monopolios desarmaron la libre competencia de alimentos. Se han integrado vertical y horizontalmente, al punto de que un par de empresas dominan una porción abusiva de los sectores”.
Agregó que “estamos en la peor situación en cuanto a democracia de la oferta. Ahora las PyME podrán revertir esta situación a partir de que se priorice el 30% de las góndolas para estos sectores”.
Asimismo, indicó que “existan productos que las PyME no pueden abastecer no es una falla o un problema sino que es una oportunidad porque significa que se crearán las empresa que faltan, se tomarán trabajadores y se generarán riquezas”.
Consideró también que “se viene una contienda política de escala importante” debido a que “los grandes industriales tratarán de demonizar a las PyME”.
Recalcó que “el 70% del trabajo registrado lo damos nosotros. Estamos pujando por generar más mano de obra, mientras que los grandes monopolios están pujando por aumentar su rentabilidad”.
Formadores de precios
En lo que respecta a precios, mencionó que “el precio que se le paga al productor es 5 o hasta 10 veces menos de lo que paga el consumidor y eso es porque en el medio hay intermediarios que se quedan con el valor diferencial”.
Sostuvo que “terminar con los formadores de precios sería alcanzar la felicidad, es algo que se desea; pero es muy difícil”.
Detalló que “hasta que no le tengamos miedo a desarmar monopolios, los ciudadanos van a tener problemas con el poder adquisitivo”.
A la vez, deslizó que “hay casos de que cuando aumentan los sueldos, los supermercados incrementan los precios en la misma magnitud”.
En consecuencia, dijo que “habrá un desafío de las PyME porque tienen que ofrecer producto de calidad y precio”.
También afirmó que “se deberá hacer una inversión, como así también mejorar la calidad y competitividad y otros puntos”.
Más controles
Por su parte, Nelson Lukoski de la Asociación de Comerciantes, opinó que “lo mejor que pueden hacer es controlar los precios”.
En esta línea, reconoció que “cuando hay estabilidad no tienen que subir los precios”; y aseguró que “las multinacionales todos los meses ajustan por las dudas”, por lo cual “si no hay un control extensivo eso va a seguir así”.
Remarcó que los comerciantes son “el último eslabón de la cadena”. “No somos los formadores de precios, tenemos controles en la venta siempre con la factura de comercio, nuestros porcentajes son siempre los mismos”.
En tanto, el empresario Martín Oria dijo a LT4 que “hay organismos de control, como por ejemplo Defensa al Consumidor”.
Subrayó que “es fácil controlar, no podés entrar a un supermercado y encontrarte en una góndola con una sola marca de producto. Si el supermercado no quiere comprar otras firmas, tendrá el 70% de su góndola vacía”.
Apuntó que “la ley obliga a las cadenas a tener un máximo de stock exhibido de no más del 30% de productos de primera línea”.