La disminución de policía se vio reflejada en el aumento de los homicidios en el estado de Ceará, donde ocurren las huelgas en distintas dependencias policiales. Aunque el promedio de asesinatos era alto, con seis personas muertas violentamente al día en lo que va del 2020, la cifra oficial se quintuplicó en la última semana y ya son casi 150 los homicidios, según la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social.
La violencia ha llegado a tal punto que incluso un senador fue herido. El congresista Cid Gomes, del movimiento de izquierda Partido Democrático Laborista, ha estado en contra de las protestas de los policías desde que estos comenzaron a manifestarse, en diciembre de 2019, para pedir un aumento salarial.
Pero Gomes llevó las diferencias a las calles el 19 de febrero, cuando intentó entrar a la fuerza con una retroexcavadora a una estación de policía que tomaron los huelguistas en la ciudad de Sobral, en el norte del estado brasileño. Los manifestantes respondieron disparándole en cinco ocasiones.
El senador fue llevado al Hospital do Coração, en Sobral, con varias heridas en el pecho. El domingo 23 de febrero le dieron de alta y le recetaron fisioterapia para restablecer del todo la función pulmonar, como se explicó en la cuenta oficial de Twitter del congresista.
Además de estos hechos de violencia, varios policías en huelga también han restringido la circulación de varias patrullas poniendo diferentes elementos en el piso para pinchar las llantas.
La respuesta del Gobierno federal, a cargo del presidente Jair Bolsonaro, fue enviar el domingo 2.500 militares a Ceará para aumentar el pie de fuerza. Además, las autoridades han despedido a cerca de 200 uniformados y arrestaron a otros 37 bajo el cargo de deserción. Por su parte, las autoridades locales decidieron cancelar las celebraciones del Carnaval de Brasil en nueve ciudades de Ceará.
Todo comenzó en diciembre de 2019
Los policías y bomberos del estado de Ceará protestaron hace cuatro años ante la Asamblea Legislativa en la capital, Fortaleza, para pedir un aumento de salario. Su inconformidad tiene que ver con que no han recibido ningún aumento en los últimos seis años, que habría representado cerca de un 27% más de ingreso, según las cuentas del sargento Reginauro Sousa, miembro del cuerpo de bomberos y concejal de Fortaleza.
En su momento, el gobierno local les respondió que harían proyecciones teniendo en cuenta las economías estatal y nacional. Y la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social de Ceará se defendió diciendo que había invertido 599,6 millones de reales (más de 136 millones de dólares) en la seguridad entre 2015 y 2018.
Pero distinto a lo que pedían los policías, ese dinero no fue dedicado propiamente a aumentar sus salarios, sino a contratar a 10.000 uniformados nuevos y a fortalecer el programa de estudios de 15.000 militares, como lo explicó la misma Secretaría.
Eso llevó a que las presiones políticas por parte de los miembros de la Fuerza Pública del estado brasileño no cesaran. De hecho, las autoridades locales, varios concejales y voceros de los policías inconformes, se reunieron en la Asamblea Legislativa para intentar llegar a un acuerdo sobre un reajuste salarial.
El pacto llegó el 13 de febrero. El gobierno de Ceará se comprometió a aumentar progresivamente los ingresos de los policías, para subirlos de los 3.200 reales que ganan actualmente a 4.500 reales (de unos 45.000 pesos a 63.300 pesos). Eso en dólares americanos es pasar de ganar 730 a 1.025, respectivamente. El dinero se adicionará de manera gradual, sumando un 40% en marzo de 2020 y un 60% entre 2021 y 2022.
Un grupo de policías y bomberos estuvo en desacuerdo con las decisiones y convocó a manifestaciones en las calles para expresar su descontento. Dado que la constitución brasileña prohíbe que la Fuerza Pública participe en huelgas, la justicia declaró ilegales esas protestas.
Pero la decisión generó el efecto contrario a lo esperado, pues los uniformados se enardecieron más y decretaron el cese de actividades a partir del 18 de febrero. Su huelga no ha parado desde entonces, a pesar de los hechos de violencia y de las presiones políticas y judiciales en su contra.
Fuente: Agencia de Noticias Télam