“Si mi padre pudiera me enviaría a un centro clandestino de detención ilegal y me aplicaría la tortura, como hizo con todas sus víctimas. Pienso que en realidad, él es un cobarde. Es un hipócrita, que pretende tener los derechos legales que les negó a sus víctimas”, afirmó Analía ante los magistrados del Tribunal.
Los magistrados Mariano Hernán Borinsky , Javier Carbajo y Gustavo Hornos estuvieron a cargo de la audiencia que se desarrolló en los Tribunales Federales de Comodoro Py, en la cual el colectivo que agrupa a hijos de represores que repudian el rol que cumplieron sus padres durante la última dictadura militar, fue aceptado como “amigo del Tribunal” en esta causa.
“Mi padre no se arrepiente de haber cometidos los delitos por los cuales resultó condenado. Me inició acciones legales para declararme como indigna e impedirme heredar de mi madre”, relató la integrante de “Historias Desobedientes” ante los jueces de Casación.
La Sala IV convocó a la audiencia para escuchar a las víctimas antes de resolver el recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público Fiscal contra la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de la ciudad de Buenos Aires, que concedió la solicitud de salidas transitorias efectuada por la defensa de Kalinec.
El juez Enrique Méndez Signorin, integrante del Tribunal Oral Federal 2, había dado ese beneficio al represor, de 67 años, condenado a prisión perpetua por crímenes cometidos en los centros clandestinos de detención de Atlético, Banco y Olimpo (ABO) instalados por la dictadura militar en la ciudad de Buenos Aires.
Analía Kalinec denunció que su padre quiere desheredarla debido a sus actividades en “Historias Desobedientes” e incluso le inició un juicio civil por considerarla indigna.
“En las audiencias de ese juicio civil que Eduardo Kalinec le inició a su hija para desheredarla, afirmó que se encontraba condenado por la ‘acusación genérica de delitos de lesa humanidad’. Por eso creemos que no está comprometido con la reparación a las víctimas y la búsqueda de la verdad”, señaló Pablo Verna, otro integrante “Historias Desobedientes” que hizo uso de la palabra durante esta audiencia.
Miguel Ángel Dagostino y Daniel Mercogliano, dos víctimas del circuito represivo que funcionó en el circuito ABO, se dirigieron al tribunal para pedir que se le niegue a Kalinec este beneficio.
“Cada vez que las víctimas tenemos que hablar y volver a contar lo que nos pasó nos sentimos revictimizadas otra vez. Sufrí durante cinco días las torturas de Kalinec, a quien apodaban cómo el doctor K. Era una persona que se jactaba de su habilidad para aplicar la picana, que era su herramienta de trabajo”, señaló Dagostino, quien lleva años dando testimonio y declaró en el Juicio a las Juntas.
“A mí me costó 37 años hablar de lo que me pasó. Hoy se habla de una caducidad que podría beneficiar a Kalinec. A mí me gustaría que caducaran los gritos de los torturados y las mujeres violadas. No puedo parar de escucharlos”, agregó Mercogliano con la voz entrecortada.
Kalinec, quien presenció la audiencia por videoconferencia desde el penal de Ezeiza, pidió la palabra y afirmó que las palabras de su hija Analía “le producen un gran dolor”, pero aseguró que tiene “un buen vínculo” con sus otras tres hijas y sus nietos.
“Analía me acusa desde que se complotó con su madre (ya fallecida). Quiero volver a ver a mis nietos y también a un hijo de ella a quien quiero visceralmente. Quiero volver a ver a mi familia y ya cumplí con todos los plazos legales para poder cumplir este beneficio que me concede la ley”, señaló el represor.
El Tribunal anunció que, en un plazo de cinco días hábiles, dará a conocer una decisión sobre este beneficio al que pretende acceder Kalinec, condenado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad.
Fuente: Agencia de Noticias Télam