La Prefectura Naval con asiento en esta ciudad llevó a declarar a por lo menos tres testigos del presunto operativo de la Policía Ambiental brasileña contra pescadores argentinos en la desembocadura del arroyo Soberbio el jueves 3 de octubre, del que oportunamente informó en exclusiva PRIMERA EDICIÓN, y busca a dos pescadores que supuestamente fueron llevados a la otra orilla durante dicho operativo.
Según trascendió, los prefecturianos tomaron contacto con la Policía Ambiental brasileña para aclarar el tema y ésta negó las versiones. Cuando mandaron el video que demostraba los hechos, se cortó la comunicación.
Las autoridades argentinas exigieron una investigación del incidente, que llegaría incluso a la intervención de la Cancillería.
Los testimonios
Cerca de las 10 del sábado, efectivos de la Prefectura Naval Argentina con asiento en El Soberbio se acercaron al barrio Unión de esa ciudad para recaudar información sobre el supuesto incidente que involucró a un grupo de pescadores argentinos con las fuerzas de seguridad brasileñas.
Según reveló a este Diario uno de los vecinos que salió como testigo, Marcelo Geroldi, estuvo siete horas declarando en la sede de la fuerza, ubicada frente a la costanera, a pocos metros de la cabecera del puerto local.
Allí, Geroldi contó que vio todo el operativo de la Policía Ambiental: “Yo estaba en mi casa cuando vi el despliegue de lanchas y motos de agua en el arroyo Soberbio, cerquita de su desembocadura en el río Uruguay. Vi como los uniformados tomaron a uno de los pescadores, se lo llevaron a su orilla y los otros (efectivos brasileños) se quedaron removiendo el agua con ganchos y sacaron todos los elementos de pesca que estaban utilizando los pescadores. No me sorprendió porque creí que, como es un río internacional, podían actuar en ese lugar; pero vi cómo dos motos de agua entraron por el arroyo Soberbio aguas arriba y me pareció que no podían hacer eso. Después hablé con los pescadores y me contaron que habían subido por el arroyo y hasta llegaron al puente sobre la ruta costera”.
“Cuando vinieron a pedir que fuéramos como testigos, acepté porque me parece que lo que ocurrió es grave y no es la primera vez que ocurre. Me preguntaron si quería salir como testigo porque mi nombre iba a ser conocido las fuerzas brasileñas y podía tener algunas consecuencias si iba a Brasil, pero dije que no tenía miedo de nada”, reafirmó Geroldi.
Junto con él, fue a declarar otro vecino del barrio Unión que estaba pescando ese día (no trascendió su nombre) y además habría declarado una mujer que también estaba en la costa junto con los pescadores y su identidad permanece en el anonimato.
Ahora los prefecturianos buscan a los dos pescadores que -según testigos- fueron detenidos durante el operativo y llevados a la orilla brasileña durante dos horas. Se trata de averiguar si fueron trasladados contra su voluntad desde aguas argentinas y si fueron encañonados con armas de fuego, pero para ello es necesario que estas dos personas acepten declarar y hacer una denuncia formal.
Vedas diferentes
Al parecer, los pescadores argentinos están aprovechando que el río Uruguay y sus afluentes están muy por debajo de su caudal natural y capturan “cascudos”, un pez que vive en las profundidades y sólo se puede pescar con red u otros elementos parecidos. La carne de esta especie es muy sabrosa y buscada por los comensales brasileños, que pagan hasta veinte reales por kilo. Los pescadores sacan el pez, lo faenan en la orilla y luego, con un bote a remo, lo llevan a vender del lado brasileño.
El incidente del jueves se produjo porque en Brasil la veda de pesca en el río Uruguay comenzó el 1 de octubre y desde ese día la Policía Ambiental comenzó a patrullar para impedir que se pesque en aguas de su país, mientras que en Argentina la prohibición regirá recién en noviembre.