Se autodefine multifacética. Y al enumerar las actividades que realiza, cualquiera puede darse cuenta que cumple con el requisito. Pero Gladys Seewald (62) es, ante todo, y desde hace 30 años, la conductora del programa “Recorriendo Alemania”. Los domingos por la noche y a través de la pantalla de Canal 12, busca dedicar una espacio al entretenimiento de la familia. “Nunca pensé en tantos años de permanencia. Es todo un logro, gracias al apoyo de los auspiciantes y a los televidentes que no se pierden una de las emisiones. Hago el programa con mucho amor y alegría, que es lo fundamental”, manifestó la mujer, hija dilecta de una destacada familia de Puerto Rico.
Añadió que “me encanta hacerlo. Es un trabajo que me apasiona. Me paso horas buscando cosas para poder compartirlas con la gente que me mira todos los domingos” desde distintos puntos de Misiones; de parte de Corrientes; de Hohenau (Paraguay), donde existe una comunidad muy grande de alemanes, y parte de Brasil, hasta donde llega la cobertura del canal oficial.
Vivía en Suiza junto a su familia, cuando decidió volver a Posadas y hacer un programa con el fin de difundir las actividades culturales que se desarrollaban en esa parte del mundo. Es que durante su permanencia en Europa “habíamos grabado muchos videos de música alemana, documentales, de comicidad y de entretenimientos, y nos parecía interesante mostrar acá donde existe el crisol de razas. Lo bautizamos ‘Recorriendo Alemania’, pero en realidad sería ‘Recorriendo germania’ porque tiene que ver más con el idioma alemán que se habla en Suiza, Austria y Alemania”. Compraron los equipos U-matic -primer formato de videocasette que se puso a la venta y que ya no existe-, volvieron a la Argentina y pusieron en marcha una productora. “Empezamos a trabajar con (Luis) Rodríguez Roque y él nos facilitó el ingreso a Canal 12, hace 30 años. También nos dedicamos a realizar filmaciones sociales (cumpleaños de quince, casamientos) porque habíamos traído los equipos más modernos y había mucho por hacer”, recordó.
Añadió que “trabajamos como diez años con U-matic, después se pasó al sistema VHS, luego a los casettes más chicos, y a los discos. Y hoy estamos utilizando el PenDrive que llevo al canal todos los viernes porque al programa lo hago en casa, íntegro”.
Actualmente, prepara el programa “solita”. Lo va armando anticipadamente. “Tengo todos los bloques, voy bajando el material de Internet, es mucho más fácil que antes, que debíamos traerlo o conseguirlo de algún lado. Voy escuchando la mejor música, viendo los mejores documentales de la Deutsche Welle o la televisión alemana, los programas de entretenimientos, de humor, y voy preparando durante toda la semana. Los viernes por la mañana me ocupo de la grabación. Me grabo sola, con una filmadora, levanto a la computadora y armo. Para las últimas horas de la tarde/noche tengo todo armado y llevo al canal, donde termina mi trabajo”, explicó entre risas, como si fuera la tarea más sencilla. Es que en Buenos Aires realizó un curso para el manejo de la computadora.
También aprendió a editar y a compaginar. Y lo complementó con las clases que recibió en la Escuela de Declamación y locución adonde su madre, María Gertrudis Raigert, enviaba a estudiar de pequeña “para modular y pronunciar bien las s”. “Por todo eso adquirí el mote de multifacética”, reiteró.
Admitió que es “muy responsable, estricta conmigo misma. Me grabo y vuelvo a hacerlo las veces que sea necesario, hasta que me salga bien. Quiero que el producto salga bien prolijo, para que a la gente le guste. Siempre digo que es una hora en familia, para pasarla bien y entretenerse”.
Según Seewald, en varias oportunidades trató de cambiar el formato pero “a todos les parece muy llevadero, el programa no cansa. Aprendí que una entrevista no puede tener tres o cuatro minutos, de lo contrario el televidente cambia de canal. La que me sigue es la gente grande en general, sean descendientes de alemanes, ucranianos, polacos. Siempre pongo algún tema de alguna colectividad europea, precisamente”.
Hace una semana efectuó en el Club Esperanza, de Capioví, la fiesta de los 30 años. Unas 400 personas asistieron al encuentro, que consistió en almuerzo y baile “con la música alemana, que se volvió pegadiza gracias a la incursión de los ritmos brasileños”. Allí, “las señoras me decían que a esa hora del domingo (a las 20) preparan su mate y se sientan a ver el programa. Algunas me confiaron que soy su mejor compañía porque están solitas. Da gusto escuchar a la gente que te dice cosas lindas, alentadoras. Me llaman, piden temas musicales, pedidos de feliz cumpleaños, pero concedo sólo en fechas muy precisas, porque acorta el tiempo”.
“Estoy contenta con lo que me está pasando y doy gracias a Dios. Disfruto de la gente, de pasar bien, haciendo todo con amor y con alegría. Lo hago porque me gusta”, sentenció.
Confió que su familia “es feliz con lo que hago. Cuando vivía mi madre, me llamaba todas las veces que terminaba el programa para decirme que estuve bien, o no tan bien. Me corregía, porque era una alemana muy estructurada”. De chicos, los mandaba a la Escuela de Alemán “pero nos rebelábamos y debí que aprender el idioma a la fuerza cuando fuimos a vivir a Suiza por cuestiones laborales. También tuve que aprender el dialecto suizo. Me acordaba de mamá más de una vez”, contó la hermana del medio, que se considera la más “terrible”.
“No soy un robot”
Sobre la reciente experiencia vivida a través de las redes sociales, que daba cuenta que la conductora de “Recorriendo Alemania” “era un robot porque nadie la conocía”, Seewald estalló en risas. Aseguró que “lo de las redes fue genial. Mi hijo me llamó preocupado porque decían que era un robot porque no me ven nunca. Pero todo pasa porque soy una persona de perfil bajo. La gente comenzó a defenderme, en quince días me llamaron de muchos medios y me hicieron más notas que en los 30 años de vigencia. Fue muy gracioso”.
Dijo que quien generó esta “movida, se llama Octavio Rodríguez (Rodz), un joven oriundo de Apóstoles que hace stand up. Él puso eso en las redes y cuando se dio cuenta tenía 500 mensajes.
Fue una revolución que generó cosas. Ahora, gracias al fenómeno de las redes, tiene más shows, más contratos y ayudó a que nos conozcan. Yo lo tomé con humor porque estoy tan acostumbrada a que me carguen. Como tengo pinta de seria, siempre me dicen que sonría, por ejemplo”.
Al enumerar otra de las actividades que realiza, Seewald contó que desde hace 25 años que acompaña a contingentes de personas adultas a distintas partes del mundo. De esa manera ya viajó a Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Europa y El Caribe (República Dominicana, Cuba, México, Jamaica), contó, mientras planificaba una salida a las Termas de Piratuba, en Brasil.
Ama el deporte. Juega al básquetbol desde los ocho años, y se formó con Víctor Pierotti, en su Puerto Rico natal. En dos ocasiones “salimos campeones provinciales, y viajamos a Córdoba”. También salió campeona provincial de salto en alto, en largo y en carrera de cien metros. Desde hace veinte años se dedica a jugar al paddle con un grupo mixto.