Los referentes de la Iglesia católica llegaron caminando a la sede gubernamental cerca de las 10:20 de este martes, acompañados por el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, y de otras localidades del interior bonaerense.
De acuerdo con lo que informaron fuentes oficiales a NA, luego de la reunión habría un comunicado en el que se detallarán las conclusiones del encuentro.
Una familia integrada por dos mayores y dos niños necesitó en junio $31.934,44 para cubrir la Canasta Básica Total y no quedar por debajo de la línea de la pobreza, informó hace una semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Esa cifra registró un aumento de 2,5% en relación con mayo, 25,3% desde que comenzó el año y 50,6% en los últimos doce meses, según el organismo.
Ese mismo núcleo familiar requirió $12.773,78 para adquirir la cantidad mínima de comida que integra la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y no caer por debajo de la línea de indigencia.
El valor de esa Canasta en junio aumentó 2,9% con relación a la de mayo, 25,3% en el primer semestre y 57,3% respecto a junio del año pasado.
Casi cinco millones de niños, niñas y adolescentes (41,2%) son “doblemente pobres” en la Argentina ya que viven en hogares que no llegan a cubrir la canasta básica, pero además tienen vulnerados derechos fundamentales en al menos una de seis dimensiones, según el último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) e Infancia en Deuda conocido a fines de abril.
La “pobreza multidimensional infantil” aumentó 4 puntos en el país entre 2017 y 2018, período en que 600.000 chicos de entre 0 y 17 años pasaron a engrosar la estadística de aquellos que están debajo de la línea de la pobreza por ingresos, pero además tienen déficit de alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información o estimulación temprana/educación.
“Se trata de un incremento significativo y está explicado básicamente por la pobreza monetaria que tuvo un incremento relevante” en ese lapso, aseguró la Coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, Ianina Tuñón y coautora del informe “Pobreza, derechos e infancias en la Argentina (2010-2018)”.
Cuando se analizan por separado la pobreza por ingresos y las demás carencias, los porcentajes de población infantil afectada son mucho mayores: mientras el 51,7% de los niños, niñas y adolescentes (NNYA) viven en hogares carecientes en términos monetarios, seis de cada diez (63,4%) está privado del ejercicio de al menos un derecho fundamental.
Pero a diferencia de la pobreza monetaria, que subió 7,7 puntos porcentuales entre 2017-2018, la vulnerabilidad por carencias en materia de derechos descendió 2,5 puntos en el mismo período.
Fuente: agencia de noticias Télam y NA.