Con una superficie de 400 hectáreas, la Reserva Privada Yaguaroundí protege una importante porción de la selva paranaense y parte de la cuenca del arroyo Piray Guazú.
Su ubicación estratégica, en el llamado Corredor Verde de Misiones, en la región de las Sierras Centrales, permite que funcione como un corredor natural, garantizando la conectividad entre otras áreas protegidas favoreciendo la conservación de la flora y la fauna.
Visitarla es, sin lugar a dudas, una oportunidad que los amantes de la naturaleza en su estado más salvaje no pueden dejar pasar fácilmente y quienes disfrutan de la observación de aves mucho menos, la reserva es de gran importancia por su riqueza ornitológica, en ella se ha registrado la presencia de más de 200 especies de aves, algunas de ellas raras o amenazadas. Los pájaros cantores están ampliamente representados, entre ellos las pequeñas mosquetas corona oliva, ceja amarilla o los media luna entre muchos otros.
Creada en el año 1999, Yaguaroundí es administrada y gestionada desde el 2003 por la Fundación Vida Silvestre Argentina, cuenta con un centro de interpretación y un refugio para visitantes.
El desarrollo sustentable del área se basa en el ecoturismo como principal actividad y los servicios ofrecidos están destinados a la promoción de acciones educativas y de investigación.
Dentro del predio se pueden recorrer distintos senderos con diferentes grados de dificultad y a partir de estos se puede llegar hasta los puntos más interesantes de la reserva como ser los saltos Las Hadas, el arroyo Las Antas, el salto Panambí, el arroyo Yaguaroundí y el Sendero Tingazú.
A la hora de explorarla, hay que ser consciente de que se trata de un paisaje único en el mundo, ya que de todo lo que fue la Selva Atlántica Interior o Selva Paranaense, actualmente sólo queda el seis por ciento; y los sectores más prístinos se encuentran en Misiones.
Además de la gran variedad de aves, la reserva resguarda gatos moros (pumas yaguaroundí, especie que le da su nombre al área), junto a alrededor de 25 especies de mamíferos, entre ellos monos caí, coatíes, ositos lavadores y ocelotes.
En el lugar se puede practicar trekking y conocer los secretos que guarda la selva, los ya mencionados saltos y cascadas, arroyos, árboles gigantes, frutos exóticos.
Los senderos presentan distinta dificultad y extensión. Fueron abiertos por los antiguos pobladores y empresas madereras que trabajaron en el lugar.
Ya lo sabe, está cerca, sólo basta decidirse y viajar.
Tucán Pico Verde
El tucán bicolor, también conocido como tucán pico verde, es una especie de ave de la familia Ramphastidae extendida desde el extremo oriental de Bolivia, Paraguay, noreste de Argentina y el sur de Brasil.
Tangará Bonito
Ave pequeña con pico grueso. El macho es mayormente verde lima con el vientre amarillo, y también tiene un collar azul delgado y la rabadilla azul. La hembra es similar pero más opaca, con el vientre más verde. Usualmente se los ve en parejas.
Lechuzón Mocho Chico
Mide entre 40 y 42 cm. Tiene “anteojos” canela anteados, ojos pardos; partes ventrales canela con escamado herrumbroso. La cabeza y partes superiores son pardo oscuro, contrastando marcadamente con la amplia marca facial blanco amarillenta.
Diversidad
En la reserva se han observado unas 25 especies de mamíferos, entre ellos monos caí, coatíes de cola anillada, ositos lavedores y los huidizos gatos moro, ocelotes y pumas. Otras especies observadas son el tateto, el pecarí labiado, el tapir o anta y el tamanduá.