Berlín, Alemania
La capital de Alemania se transforma en cuanto suben las temperaturas y se respira un aire muy diferente al del oscuro invierno. Parques, canales, terrazas y plazas cobran una vida que difícilmente se puede comparar a otras urbes.
Entre los atractivos que esta enorme ciudad ofrece te mencionamos algunos como por ejemplo la Puerta de Brandeburgo, uno de los símbolos de la ciudad, inaugurada en 1791, no es el típico arco del triunfo, sino una de las antiguas puertas de entrada a la ciudad. Ubicada en la Pariser Platz, al final de la avenida Unter den Linden, la calle más importante de la ciudad. Este bulevar de 1,5 kilómetros va desde la Puerta de Brandenburgo hasta el puente del castillo (Schlossbrücke). En esta calle además se encuentran algunos de los edificios más importantes de Berlín.
Uno de los imperdibles por lo que representa en la historia de la humanidad es el Muro de Berlín, sobre todo la parte de East Side Gallery. Esta zona del muro de más de un kilómetro, está considerada como la galería de arte al aire libre más grande del mundo. El muro se construyó después de la Segunda Guerra Mundial, en plena guerra fría y dividía la ciudad entre la zona oriental y occidental. Muchas personas murieron intentando pasar de lado, hasta que cayó en noviembre de 1989, un momento histórico que fue el inicio de la unificación de las dos Alemanias.
Finalmente y simplemente por cuestiones de espacio, mencionamos una atracción más la Alexanderplatz, una histórica y enorme plaza que pertenecía a la parte soviética y su edificio más destacado es la Torre de la Televisión, de 368 metros, a la cual se puede subir en ascensor para disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la ciudad o para comer en su restaurante giratorio. Otros lugares de interés de esta plaza son la Fuente de la Amistad entre los Pueblos, la Galería Kaufhof y el Reloj de las Horas del Mundo, en el que se puede ver las horas de muchas ciudades del mundo. En la plaza también hay una gran estación de metro, trenes y tranvías, por lo que es fácil llegar desde cualquier punto de la ciudad.
Koh tao, Tailandia
Aunque es la más pequeña de las islas de esta región, en Koh Tao no le faltarán planes que hacer. Para empezar, la “Isla Tortuga” es un paraíso para practicar submarinismo, sobre todo, si es principiante o todavía no cuenta con título para ello. También encontrará más de 80 escuelas de buceo, en las que puede conseguir su licencia de Open WaterDiver en tres o cuatro días.
En el caso de que lo suyo no sea el buceo con tanque, no se preocupe, con tan solo una máscara y un tubo podrá descubrir su fondo y su fauna marina, entre los que se encuentran los habituales tiburones de puntas negras y las tortugas verdes de SharkBay.
Y en tierra podrá disfrutar de playas de arena dorada y aguas turquesas como TanoteBay, AowLeuk o Sairee Beach, comer un pad thai en uno de los restaurantes frente al mar de Sairee Beach o hacer una excursión a la paradisiaca isla vecina de KohNangYuang.
Para llegar a Koh Tao puede tomar un colectivo en Bangkok y combinarlo con un barco rápido. Este recorrido le llevará una noche entera, pero, si quiere algo menos lento, puede volar al Aeropuerto de Surat Thani gracias a alguna de las aerolíneas de bajo costo asiáticas, y luego montarte en un barco en dirección a Koh Tao, lo cual no le llevará menos de cinco horas. Invertirá bastante tiempo, pero esté seguro que vale la pena.