¡Hola queridos amigos! En el artículo anterior mencioné al centro Noosfera que funciona en Moscú donde enseñan y aplican técnicas neuro informacionales para la curación de enfermedades como el cáncer o diabetes e incluso regeneración de órganos.
Dije también que se basaban principalmente en la repetición de un código numérico. Estos códigos, específicos para cada caso, son recibidos como un conocimiento por un clarividente en forma simbólica.
En cierto sentido, dice Petrov Grabovoi, el clarividente que diseñó este método de sanación, esto es matemática superior mental, una especie de matemática lingüística que se transmite en forma simbólica. Debe ser decodificada por el clarividente, esto es lo que enseñamos en el centro Noosfera, pues la palabra evolución no constituye solamente una referencia a un proceso global, sino que tiene también un sentido profundo para cada persona, ya que cada uno pasa por su propia
transformación individual y ha llegado la hora de ofrecer la posibilidad de la clarividencia y puedo decir que todos son capaces de obtener esta habilidad.
Hoy en día, de cada 50 o 60 personas aparece espontáneamente una con signos de clarividencia y en nuestros cursos de formación enseñamos a controlar ese estado.
La gente se abre a un nuevo poder interior al ser capaces de utilizarlos y después de un cierto tiempo surge el poder mental necesario para obtener los resultados físicos reales capaces de ayudar en la corrección del estado de salud de las personas.
Llegará el día en que la humanidad acepte la existencia de los niveles de conciencia.
El hombre necesita comprender cuál es su lugar en el Universo y establecer una estructura armónica de su papel sobre la base de la percepción lógica.
Por lo que recomiendo a las personas que busquen su armonización y las de su entorno y la búsqueda de nuevos paradigmas y entiendan lo que significa el poder de la imaginación de las personas, contrariamente a lo que le dice la lógica y que el desarrollo práctico sea para ayudar a la gente, especialmente a recuperar su salud.
Observen que el lenguaje que ocupa el Universo para comunicarse con Grabovoi y la gente que él capacitó, es una matemática lingüística, o sea que es a través de la palabra expresada en números, que aplicada con esa intención, transforman al ADN logrando la sanación, evidenciando de esta manera la relación con las comprobaciones científicas que vimos la semana pasada.
Por el otro lado vemos cómo en Rusia existe, a nivel oficial, una escuela donde entre otras cosas, estudian clarividencia y forman clarividentes, mientras que la cultura occidental tiene que primero desmitificar la palabra clarividencia, sacarle los tintes de brujería que tiene debido a nuestras creencias, para recién ahí poder mirarla como una capacidad inherente al ser humano que debe recuperar para poder usarla para su beneficio.
Y volviendo a los niños quienes, desde su inocencia, sin los límites de las estructuras y creencias, son una fuente infinita de información, rescataré lo que ayer me enseñó mi nietita Carmela, que yo diría que fue la descripción del primer paso para llegar a la telepatía.
En un momento dado, la madre le pide que me diga la frase que había inventado sobre la mente, cosa que no lo hizo por más que se lo pedimos de mil maneras, luego, cuando me puse a jugar con ella, esperó un tiempo hasta que las dos estuviéramos en la misma vibración e inclinando su cabecita hacia la mía, al tocarse las dos frentes, dijo: “unamos nuestras mentes para formar una misma idea”.
Observando el hecho me doy cuenta que para lograr la telepatía debíamos vibrar ambas en igual frecuencia, cosa que lo logró a través del juego y el gesto con la cabeza me mostraba que ella de advenía a tener mi misma vibración, de esa manera podíamos formar la misma idea, que no es otra cosa que lo que nosotros llamamos trasmisión de pensamiento.
Colabora
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
EscritoraTambién en FB.
Escuela de Pensamiento