Como padre o madre usted reconoce la importancia de la vida social de su adolescente y sabe que las fiestas son un modo de socializar y relajarse.
Pero una fiesta sin supervisión o mal planeada puede traer consecuencias indeseables o incluso trágicas.
Los adolescentes a menudo esperan encontrar alcohol y marihuana en las fiestas. Algunos padres creen que es preferible dejar que los adolescentes beban en su propia casa donde puedan estar protegidos. Aunque las intenciones sean buenas, la idea es totalmente insensata. No es posible proteger a un adolescente cuyo juicio esté afectado.
Qué necesitan saber los padres
La comunicación y la honestidad son importantes para proteger al adolescente.
Aquellos cuyos padres les hablan regularmente acerca de las drogas y el alcohol son 42% menos propensos a usar sustancias que aquellos cuyos padres no lo hacen. Díganle a sus hijos adolescentes que usted espera que no beban alcohol ni usen otras drogas en las fiestas.
Las redes de padres son la mejor herramienta de prevención contra el uso de alcohol por parte de menores. Procure conocer a los amigos de sus hijos y a sus respectivos padres.
Si su adolescente está planeando ir a una fiesta, llame a los padres para constatar que estarán en casa y que no permitirán el uso de drogas ni de alcohol. Si esto no es posible, no le dé permiso a su hijo ir a la fiesta.
Si usted va a tener una fiesta de adolescentes en su casa…
Planee las cosas con anticipación. Repase los planes de la fiesta con el adolescente. Anímelo a planear actividades o juegos en los que no esté el alcohol de por medio.
Limite el número de asistentes: de 10 a 15 adolescentes por cada adulto. Asegúrese de que en todo momento esté presente al menos un adulto. Si es necesario, pida a otros padres que vengan a ayudarle. Haga una lista de invitados. La fiesta sólo debe ser para invitados. No permita la entrada a personas que no han sido invitadas. Esto evitará que la fiesta sea “de puertas abiertas”.
Establezca la hora en que comienza y termina la fiesta. Averigüe cuáles son las leyes locales de toque de queda para determinar la hora de finalización de la fiesta. Establezca las “reglas” de la fiesta y sus expectativas. Coméntelas con el adolescente antes de la fiesta.
Esté presente pero sin estorbar. Elija un lugar desde donde pueda ver lo que está pasando sin interponerse.
Si el adolescente va a una fiesta
Sepa adónde va a ir. Obtenga el número telefónico y la dirección. Pídale que le llame si el lugar de la fiesta cambia. No olvide decirle dónde estará usted durante la fiesta.
Llame a los padres que ofrecerán la fiesta para confirmar que estarán presentes todo el tiempo supervisando. Asegúrese de que no se permitirá el uso de tabaco, alcohol y otras drogas.
Hable con su hijo de antemano sobre cómo enfrentarse a una situación en la que hay alcohol en una fiesta.
Asegúrese de que tenga cómo ir a la fiesta y volver a casa. Facilítele la salida de la fiesta haciendo énfasis en que puede llamarlo en cualquier momento para que usted lo recoja. Comenten en qué casos debería hacer esa llamada. Recuérdele que NUNCA debe ir en un auto conducido por alguien que ha estado bebiendo o usando otras drogas.
Esté despierto cuando el adolescente llegue a casa. Así podrá verificar la hora de llegada y hablar con él acerca de los sucesos de la noche.
Si su hijo se va a quedar a dormir en la casa de un amigo o amiga después de la fiesta, verifique esto con los padres y asegúrese de que ellos estarán en casa.
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Cecilia Castillo
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