Para que la Nochebuena no sea vivida como una más por todas aquellas personas que se encuentran en situación de calle, este 24 a la noche un grupo de personas solidarias de la ciudad tuvo la iniciativa de reunirse con ellos para preparar y compartir la cena de Navidad.
“La invitación es para personas que sin duda necesitan mucho más que asistencia alimentaria; pero de esta forma buscamos acercarnos a su problemática y visibilizarla”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Violeta Néstor, quien con ayuda de agrupaciones y particulares se encuentra trabajando hace mas de un mes para acompañar a quienes están solos en las fiestas.
“La noche del 24 sera una noche especial, una Navidad diferente. Nos juntaremos para preparar los platos y servirlos, decoraremos el lugar, para que los invitados a compartir la mesas se sientan agasajados”, explicó entusiasmada.
Esta iniciativa surgió de preguntarse ¿por qué hay gente que vive en la calle?.
“Evidentemente hay una problemática que no conocemos en profundidad y que la mayoría de las personas preferimos ignorar, me incluyo”, dijo.
“Todo el tiempo vemos gente en las esquinas, pidiendo e intentando lavar el parabrisas del auto. Rojos por el sol o la resaca del alcohol, madres con niños, niños con esa mirada de dolor, y los tenemos permanentemente delante de nuestros ojos para decirnos algo, algo que está mal en nuestra sociedad, algo en lo que tenemos que trabajar. Están ahí, víctimas de errores, de inseguridades, de miedos, para que alguien los vea, están ahí por una razón”, analizó.
Las historias detrás de las personas
“Después de investigar un poco, a través de algunas ONG que trabajan con este tema, pude empezar a entender que detrás de cada una de las personas que adoptaron la calle como casa. Hay muchas historias, historias tristes, que los llevaron a ese lugar de miseria e indigencia: la situación económica, conflictos familiares, problemas psiquiátricos, adicciones o peores”, contó Violeta sobre cómo la iniciativa fue tomando forma.
“Todas sus historias están atravesadas por un denominador común: el abandono. Algunos tenían hijos u otros familiares, pero en la actualidad se encuentran solos porque no pudieron superar su enfermedad, la mayoría presos de las malas elecciones, como el alcohol y otras drogas”, prosiguió.
Tareas sociales
Una vez que Violeta, junto a un equipo de amigos y colaboradores cercanos comenzaron a presentar la idea, miembros y responsables del Hogar Filipos también pusieron a disposición un salón para que la fiesta navideña tenga lugar allí. Aunque ha sido mucha gente la gente que se sumó desinteresadamente a esta movida, todavía se reciben donaciones y también colaboradores para con este Hogar, de corte cristiano, ya que durante el año realiza distintas tareas sociales en ámbitos carcelarios u hospitalarios.
“Con la consigna de servir a Dios y al prójimo, visitamos cárceles, hospitales y asilos, brindando también, asistencia a las personas mas vulnerables”, se señaló desde el Hogar.
En ese sentido, Clara Zárate, voluntaria del Hogar, explicó parte de la tarea de Filipos, la cual no sólo se circunscribe a esta acción de Navidad, si no que permanentemente están al lado de quienes lo necesitan.
“Siempre tuvimos con mi marido la inquietud de que debíamos ayudar de alguna manera. Sin embargo, este año fue particularmente difícil para nosotros, tuvimos que volver a empezar”, explicó.
“A veces uno no sabe cómo dar una mano. Por eso, cuando mi amiga me comentó que tenía ganas de hacer una cena de Navidad para personas en situación de calle, coincidió con una conversación que habíamos mantenido con mi familia la Navidad pasada, y me dije este es el momento”, relató con alegría.
Responsabilidad
“Hay una dura realidad en la calle y es importante sensibilizarse con ella, involucrarse lo mínimo que se pueda, aportando un granito de arena. Cuando se pone ese granito todo va fluyendo y ahí comprendes el refrán que dice el Amor mueve montañas. Bien, es así“, señaló Clara Zárate.
“Miembros de Filipos, trabajan desde hace mucho tiempo,durante todo el año para tratar de satisfacer las necesidades básicas de estas personas, luchando para sacarlos de las adicciones como el alcoholismo ,la drogadicción y la delincuencia” finalizó.
Todo el año el Hogar y templo evangélico acopian ropas, zapatos, zapatillas, ropa de abrigo para asistirlos y también han implantado la modalidad del Roperazo, actividad que realizan varias veces en el año en la sede de Uruguay 2740, que son donadas a personas necesitadas.