El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) publicó dos resoluciones en la que busca mejorar la prevención de la gripe aviar, una enfermedad que fue crítica para la Argentina hace dos años y complicó las exportaciones.
Al mismo tiempo, el organismo destacó la implementación de un programa de vigilancia epidemiológica activa y pasiva de la Influenza Aviar y Enfermedad de Newcastle en aves de corral y aves silvestres. Como novedad se sumó al sector privado como integrante del plan.
El alcance de la medida es la vigilancia epidemiológica activa. Este monitoreo se realizará envaves de corral y aves de raza. Dentro del plan, se implementaron estrategias de vigilancia epidemiológica activa para la detección de Influenza Aviar en establecimientos avícolas.
Por su parte, la Resolución 466/2025 establece un plan de contingencia para la Influenza Aviar. “Las medidas sanitarias y las acciones previstas en la presente resolución deben ser aplicadas ante la sospecha de Influenza Aviar o ante la confirmación de uno o más brotes de IA H5/H7”, indicó la resolución.
Este plan establece definiciones clave para la detección temprana, fija protocolos de actuación ante casos positivos y detalla medidas sanitarias específicas, como la interdicción de predios, el sacrificio sanitario y la limpieza y desinfección obligatorias.
También se establecen zonas de control sanitario, de perifoco y de vigilancia, con restricciones de movimiento para aves, huevos y productos derivados. Según el SENASA, mantener a la Argentina como país libre de influenza aviar es esencial para garantizar la producción avícola, proteger la salud pública y preservar los mercados internacionales.
Además, se faculta al organismo a disponer el sacrificio preventivo de aves en casos justificados, sin necesidad de confirmación de laboratorio, y se prevén indemnizaciones para los productores afectados. El incumplimiento de las nuevas normas será pasible de sanciones según la Ley 27.233.
El SENASA argumentó que resulta imprescindible sostener y fortalecer las acciones de prevención de ingreso, de detección temprana y las medidas de contención que eviten la exposición y la diseminación de dicha enfermedad. Por este motivo, señaló que resulta indispensable actualizar el marco normativo para la aplicación de medidas eficaces para su contención.
Vigilancia activa
En paralelo al plan de contingencia, el Senasa publicó la Resolución 468/2025, que incorpora al sector privado en el Programa Nacional de Vigilancia Epidemiológica Activa y Pasiva de Influenza Aviar y Enfermedad de Newcastle. Esta norma establece la obligatoriedad del muestreo serológico en todos los establecimientos con aves de corral y de raza del país.
La vigilancia activa se aplicará en gallinas ponedoras, pollos de engorde, aves reproductoras y aves de raza que participen en exposiciones o eventos. Dependiendo del tipo de establecimiento, se deberán tomar y enviar muestras de suero para ser analizadas en laboratorios oficiales dentro de plazos estrictos. El resultado negativo será requisito para autorizar movimientos de aves y productos.
Los veterinarios acreditados en sanidad y bienestar animal serán los encargados de realizar las extracciones, y los costos de los análisis estarán a cargo de los titulares de los establecimientos. En caso de incumplimiento, el Senasa podrá aplicar sanciones y bloquear el ingreso de aves a los predios mediante el Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA).
Fuente: Agrofy, El Litoral.








