Multiplicando la felicidad. Relajados y respirando placenteramente luego de la sesión de yoga, retomamos nuestra breve lectura.
Estamos en las páginas finales de la receta de la felicidad que nos prescribe el Dr. Deepak Chopra, quien reitera que dependemos unos de otros para nuestro bienestar emocional y físico, poniendo como ejemplo que un comentario negativo de otra persona nos puede afectar físicamente, mientras que un comentario positivo puede convertir el malestar en armonía, lo que nos hace reflexionar y recordar experiencias personales.
Entonces leemos que “emociones como el amor, la compasión, la empatía y la alegría devuelven al cuerpo un estado de equilibrio conocido como homeostasis, en que se activan los mecanismos de autorreparación dando como resultado la sanación biológica”, lo que podría influir favorablemente también en la fisiología de personas cercanas, porque “mi felicidad puede sanar a otras personas tal como me sana a mí”.
De este modo “la contribución más importante que puedo hacer para la sanación de nuestro planeta es ser feliz”, lo que no requiere palabras o actos especiales porque “mientras más intensa sea tu felicidad, mayor será su efecto sanador”, que se puede multiplicar exponencialmente como una infección benigna, “suscitando orden en vez de desorden y unidad en vez de separación”.
Es por eso que el Dr. Chopra nos pide que en lugar de aferrarnos a una identidad limitada, nos miremos en una escala global, como parte del cuerpo, la mente y el espíritu ampliados de la humanidad, debido a que “una matriz que está más allá de cualquier campo de energía o de información nos mantiene unidos. Es un campo espiritual. Es la manifestación de lo que las religiones llaman la mente de Dios”.
Reflexionando sobre esta lectura revivimos la experiencia de calma, plenitud y felicidad sobre la colchoneta y fuera de ella con la energía vital circulando por todos nuestros sistemas, y recordamos haber leído en antiguos textos acerca de la felicidad del practicante de yoga y su comportamiento armónico con la unidad expresada en el dharma.
Entonces dejamos que el Dr. Chopra cierre el libro y la nota con estas palabras: “Todo lo que tememos y deseamos cambiar puede transformarse mediante la felicidad, nuestro más simple anhelo y también el más profundo.” Namasté.