OBERÁ. Tres delincuentes, dos de los cuales vestían uniformes de Gendarmería Nacional, perpetraron un violento asalto a una familia de Panambí, a la que encañonaron y maniataron para llevarse alrededor de 15 mil pesos, además de otros elementos de valor.El hecho ocurrió a última hora del jueves y durante los primeros minutos de ayer, efectivos de la Unidad Regional II de la Policía provincial lograron detener a uno de los presuntos delincuentes a bordo del automóvil en el que habían llegado a la casa de Panambí, donde se secuestraron prendas idénticas a las utilizadas por la fuerza federal, incluso con las insignias de escalafón.Según las propias víctimas, el maleante portaba un arma de fuego calibre nueve milímetros, similar al arma reglamentaria de dicha fuerza de seguridad, por lo que las sospechas que apuntaban hacia integrantes de esa organización eran más que firmes al cierre de esta edición.Ladrones “uniformados”Todo sucedió minutos antes de las 23 en una vivienda emplazada sobre el Kilómetro 8 de la ruta provincial 5, en Panambí.En ese lugar se encontraba el dueño de casa, de cuarenta años y aparentemente dueño de una juguetería de esa localidad, junto a su mujer de 37, su cuñado -cuya edad no trascendió-, sus dos hijos de uno y siete, además de una vecina de cuarenta, quien además llevaba en brazos a una beba de siete meses.En determinado momento, irrumpieron en la escena los tres delincuentes, quienes habían llegado al lugar a bordo de un Chevrolet Corsa Classic gris.Según el testimonio de las víctimas, dos de los malandras estaban vestidos con el uniforme de Gendarmería Nacional e incluso se identificaron como integrantes de esa fuerza. En tanto, el tercero estaba vestido de civil.Al parecer, al menos uno de los forajidos portaba un arma de fuego que sería calibre nueve milímetros, idéntica al arma reglamentaria de los efectivos de GN.Después de amenazar a los presentes y de golpear en varias oportunidades al dueño de casa, el oscuro trío maniató a los mayores con precintos plásticos de color negro. Luego, los ladrones obligaron a los menores de edad a acostarse boca abajo en el suelo.Sin ningún tipo de resistencia, los delincuentes recorrieron el inmueble por espacio de diez minutos, hasta que finalmente dieron con lo que buscaban: un interesante botín conformado por alrededor de 15 mil pesos.Además del efectivo, los malhechores se llevaron también una notebook y cinco teléfonos celulares. Con los elementos en su poder, dos de los violentos huyeron a bordo del Classic en el que habían llegado, mientras que el restante forajido se dio a la fuga a bordo de un Ford Ka propiedad de la esposa del dueño de casa.Una vez que lograron liberarse, las víctimas dieron aviso a la Policía. Entonces, efectivos de la UR-II montaron un extenso operativo en la zona. Los dos ladrones que huyeron en el Chevrolet lograron eludir un control en cercanía de Los Helechos. Sin embargo, a eso de las 23.30 una patrulla del Comando Radioeléctrico interceptó el rodado en avenida Italia casi Posadas.Cuando lo hizo, uno de los ladrones alcanzó a escapar a la carrera, mientras que el otro finalmente fue detenido. Se trata de un joven de 26 años identificado como Alberto C., quien sería oriundo de Santo Pipó.En ese vehículo, los efectivos policiales secuestraron dos camisas y un pantalón verde idénticos a los de GN, un par de borceguíes, junto a dos insignias rojas de sargento ayudante y sargento primero.Ante estas pistas, al cierre de esta edición la Justicia obereña investigaba si el detenido y/o alguno de los dos prófugos pertenecen a la fuerza federal, algo que algunas fuentes cercanas a la investigación se animaban a dar por cierto.
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