CANDELARIA. Con mucho pesar, la bibliotecóloga y documentalista de esta comuna, Dolores Romero, expresó a PRIMERA EDICIÓN los detalles del acto de vandalismo que incluyó la quema de valioso material didáctico de la biblioteca escolar del Bolp 5 “por parte de personal de la institución”. “No solo era patrimonio de esa comunidad educativa, sino también Patrimonio cultural de nuestro pueblo”, afirmó. “Tengo el honor de trabajar en esta biblioteca, que no sólo es importante por su antigüedad, sino también por su importante fondo bibliográfico y por ahora está en peligro de que se pierda todo el valor cultural que posee, debido a la falta de interés y valor de las autoridades de la institución, que no tomó medidas ”. “El 24 de este mes se celebra el día de nuestro idioma, pero se recuerda a Miguel de Cervantes Saavedra y su obra, cumbre de la literatura española-castellana. Yo lo asocio con la importancia de las bibliotecas como custodio y reservorio de nuestra cultura lingüística. Debemos valorar y defender tan rico patrimonio cultural, no solo de esta comunidad educativa, sino de toda la comunidad candelariense, ya que hasta ahora es el único secundario completo con el que contamos”, prosiguió.Reservorio de alto valorLa biblioteca escolar del Bachillerato 5 de nuestra localidad inició sus actividades en el año 1977, mediante la creación del cargo de bibliotecario por resolución ministerial.En un primer momento sólo contaba con un armario y unos cuantos libros, donación de profesores y ex-alumnos. Al año siguiente la escuela se mudó a su actual ubicación, donde contó con un espacio físico propio. Fueron los mismos profesores y la Cooperadora la encargada de incrementar la cantidad de textos escolares, incorporándose además bibliografía de recreación. En ese momento no existían fotocopias, ni tanta cantidad de libros, así que los alumnos debían aprovechar los recreos o ir a contraturno para realizar sus tareas, con un solo ejemplar para todo un grupo de estudiantes. Más tarde se implementó una mínima cuota societaria y desde entonces la biblioteca empezó a crecer. También se recibió la donación de antiguos libros de la primera biblioteca pública, “Bernardino Rivadavia”, para colaborar con la escolar. En 2004 se recibió una importante donación del Ministerio de Educación de la Nación, 1.200 ejemplares de texto, al año siguiente otros tantos, más literatura recreativa y de referencia. A partir de allí la biblioteca creció a pasos agigantados en cuanto a su fondo bibliográfico. Mapas, láminas, maquetas, juegos didácticos, etc. Además, mediante la cuota societaria, la bibliografía se actualizaba constantemente con la compra de ejemplares o fotocopiados; como así también la adquisición de mobiliario, mantenimiento de la bibliografía, elementos de limpieza. En la actualidad contamos con unos 10.000 ejemplares: textos escolares, cultura general bibliográfica de referencia especializada.
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