OBERÁ. La situación del Hogar Santa Teresa del Niño Jesús de esta ciudad sigue siendo complicada y una vez más la cruda realidad pone al borde del cierre a esta institución, por la falta de un decidido apoyo del Estado argentino en sus distintos niveles.“Estamos tratando de seguir, sobrellevando de alguna manera esta situación por la que atravesamos, necesitamos de la caridad para el sostenimiento porque el hogar no cobra por los servicios que presta”, indicó José Jakubow, administrador del Hogar Santa Teresa, que funciona en la capital de la Zona Centro.Debido a este cuadro de situación admitió que “se verá hasta dónde podemos seguir porque la situación es difícil ya que fuimos notificados de que las instituciones que nos estaban ayudando no lo van a hacer más, y así se torna difícil seguir haciendo caridad”.Sobre los pasos a seguir, Jakubow manifestó que “vamos a elevar todo esto, notificando a organismos municipales ya otros, informándoles que si no tenemos la ayuda del gobierno municipal o provincial lamentablemente el hogar no va a poder seguir con su tarea solidaria”. Sólo de palabraJakubow resaltó que “se nos cortan los ingresos que estamos recibiendo porque la Argentina ratificó ante organismos internacionales que tiene el dinero para una pensión o subsidio para los discapacitados pero en la práctica no se ve”.El administrador del Hogar Santa Teresa del Niño Jesús expresó que “la Argentina tiene en el exterior una imagen muy positiva, la imagen que se da no es de necesidad, sino todo lo contrario, en Europa se evita la fuga de capitales en Irlanda e Inglaterra consideran que ese dinero que se donaba para ayudar aquí debe quedar en su país.En el mismo contexto Jakubow destacó que “hay gente que hacen todo lo posible para que el hogar pueda recibir el subsidio, pero lo que pasa es que tenemos personas abandonadas por parte de la familia, los que vienen y se quedan hasta que se mueren porque la familia no los reclaman. Estos seres humanos no tienen la capacidad de ser independientes y hacer sus vidas y si salen vuelven porque no tienen la oportunidad de lograr ingresos”. IncumplimientoEl directivo del Hogar Santa Teresa, José Jakubow, lamentó que “aquí en la práctica diaria no se aplica el derecho de las personas con capacidades diferentes, de que las empresas tienen que tener uno integrado a su plantel de trabajadores, por ejemplo. Nadie es discapacitado completamente, simplemente tienen otras capacidades y otros tiempos”. Agregó sobre el mismo tema que “en la vorágine de hacerlo todo práctico y todo rápido, cantidad sobre calidad, las personas con capacidades diferentes no están dentro de este parámetro”.Jakubow señaló que saldrán a buscar “benefactores a nivel nacional porque a nivel local, de los socios de la CELO recibimos 2600 pesos por mes, esto sirve, colabora, pero hace falta mucho más para poder sostener la asistencia a estas personas”.
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