SAN ANTONIO Y PUERTO IGUAZÚ. El jueves 5 comenzó con un clima agradable para regocijo de todos aquellos que planeaban disfrutar de la Semana Santa como feriado largo. Pero cerca de las 13, en la zona norte de la provincia, desde Bernardo de Irigoyen hasta Iguazú las condiciones climáticas le jugaron una mala pasada tanto a los visitantes como a los locales. Fuertes ráfagas de viento, lluvia, un verdadero temporal se desató en la zona, y sus consecuencias se extendieron durante casi treinta horas, dejando en algunos sectores a los habitantes sumidos en la oscuridad e incomunicación total.En Puerto Iguazú la gente se arremolinaba en el aeroparque para tomar sus vuelos, pero la caída de un rayo sobre el ala de uno de ellos, esa es la versión que se le dio a los pasajeros, demoró casi diez horas algunos vuelos. También gran parte de la ciudad sufrió el corte del suministro eléctrico y sobre la ruta que va al parque hubo varios gajos caídos que dificultaban el tránsito.PRIMERA EDICIÓN llevó a cabo una recorrida por la rutas 19 y 24 donde el personal de guardia de Emsa se abocaba a levantar los postes caídos, más de veinte según las fuentes, y realizar las reparaciones necesarias para tratar de restablecer el servicio. Los mismos empleados reconocen que muchos de esos postes ya han cumplido con creces su vida útil por lo que no resisten los embates de un temporal, ocasionando estas caídas los prolongados cortes que sufre toda la región.“Los postes están obsoletos, no tenemos materiales, ni un fusible, no nos pagan las horas extras, la administración es un desastre, la gente se queja con razón pero se la agarra con nosotros que no tenemos la culpa, somos simples laburantes”, confió un empleado que prefirió no identificarse por temor a represalias.Este diario también dialogó con los lugareños y comerciantes de Piñalito Norte, Picada San Martín y colonias Primero de Mayo y Nueva Argentina. Manifestaron un profundo malestar por la situación.“Siempre pasa lo mismo, a la menor tormenta quedamos sin luz, desde hace tiempo que venimos reclamando pero no hacen nada”, se quejaba Romualdo (54). “¿Quién me va a pagar toda la mercadería que pierdo, yogur, leche, manteca, todos los lácteos, los helados, la carne, el pescado? Estuvimos más de 24 horas sin luz, así es imposible laburar, y cuando reclamás nadie se hace cargo”. Ovidio (67), hombre de la colonia de toda la vida, apuntó: “Carneé un chancho el día miércoles, dio setenta kilos de carne, ahora sin luz, ¿Cómo hago? ¿Lo como todo hoy?¿Cómo hago para conservarlo, para no perderlo todo? Esto sucede siempre, estornuda un vecino y se corta la luz, no puede ser, cortó ayer al mediodía, ya pasaron 24 horas y nada.¿Quién se hace cargo de esto?”.Liliana (34) también es comerciante y expresaba su malestar de la siguiente manera: “¿Quién me va a pagar toda la mercadería que perdí? Encima querés llamar a la guardia y no tenemos ni siquiera señal de teléfono, es decir estamos incomunicados hace por lo menos 26 horas, sin luz, sin teléfono, sin nada”. Otro récord, en GarupáLa ineficiencia de Emsa va camino a superar récords en Garupá. El jueves desde la Garita hacia el Sur, todos los barrios estuvieron sin servicio de energía eléctrica por más de doce horas. En ese tiempo, ningún funcionario de la compañía dio la cara para explicar qué estaba sucediendo. Nadie se dignó a atender los teléfonos, por lo que los vecinos estiman que fue por la tormenta, aunque a estas alturas especular es complicado, pues cuando hace mucho calor, se corta la luz; cuando hace frío, pasa lo mismo; y cuando llueve también. Pobladores de Villalonga, Santa Inés, Santa Helena y todos los complejos de viviendas de Don Santiago fueron los perjudicados. ¿Quién se hace cargo de todo lo que perdieron en doce horas sin electricidad?
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