La Justicia solicitó a Vialidad Nacional el nombre del funcionario que debió señalizar el viaducto caído sobre el arroyo Guazú en Corrientes. El misionero Rogelio Schweig (47) murió al caer al agua con su camioneta, su pareja sobrevivió. Hay dos policías bajo sospecha.
A sólo 22 días de cumplirse un año del trágico siniestro vial que le costó la vida al agricultor de Comandante Andresito, Rogelio Schweig (47), el expediente en la Justicia correntina sigue en la etapa de instrucción, con dos policías provinciales imputados y múltiples vaivenes en cuanto a la falta de determinación del funcionario de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) al que le cabría responsabilidad sobre lo sucedido sobre la ruta nacional 12 y la caída del puente del arroyo Guazú en Esquina.
En la causa que lleva adelante el juez de Instrucción esquinense, Gustavo Jorge Vallejos, continúa la espera por la ampliación de informes solicitados por el fiscal Carlos Gallardo a la DNV, específicamente, con la solicitud para que precise qué funcionario estaba a cargo de la zona de la ruta nacional 12 donde se produjo el desplome del puente y que, se presume, debió haber estado señalizada para que Schweig y su pareja no se precipitaran al río durante la madrugada del miércoles 12 de julio.
Para el fiscal Carlos Gallardo, no se descarta la posibilidad de responsabilizar a uno o varios directores de Vialidad e imputarlos con algún grado de participación en homicidio culposo y mal desempeño de funcionario.
Tal como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN, dos agentes de la Policía de Corrientes que estaban asignados cerca de la cabecera del puente entre las localidades de Goya y Esquina fueron imputados.
Los dos uniformados declararon que la camioneta Ford Ecosport que conducía Rogelio Schweig cruzó raudamente el control policial y no tuvieron tiempo de frenarla. Esta afirmación se contrapone con lo declarado por Elena Eva Dzikovski (46), esposa de Schweig, quien sobrevivió a nado del trágico episodio.
La viuda señaló en el expediente que habían cruzado los supuestos controles a baja velocidad y que no vieron señales ni ningún obstáculo que les impidiera llegar al borde del viaducto derrumbado cuatro días antes por las reiteradas crecidas del río Corrientes, que socavaron la estructura de cemento.
Hasta el momento, el juez Vallejos cuenta con una serie de coincidentes testimonios referidos a que en la cabecera sentido Norte del puente sólo se habría colocado un cartel lumínico con una flecha que resultaba ambigua en cuanto a una posible zona de peligro extremo. También indicaron que sobre el asfalto nada frenaba el tránsito vehicular.
La sospecha se tornó aún mayor al notarse que, tras la desaparición de Schweig, se instalaron carteles de señalética y la ruta fue cortada con tramos de guardarrail, de manera que ningún transporte pudiera acercarse libremente hasta el precipicio de la derruida estructura del puente.
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