Se desmorona… se desmorona… se desmorona mi vida, mi pareja, mi trabajo, mis amigos. Se desmorona todo. ¡Todo menos yo! Porque, quizás lo que se desmorona sea solo la imagen que tenía de la vida, de mi pareja, de mis amigosEsa imagen que necesité para crecer, esa imagen que construí en base a una creencia, a un ideal.Se desmorona todo, todo lo que no es real y veo lo que es, aunque duela, aunque el dolor me traspase, aunque el miedo avance. Se desmorona igual, pero yo seguiré. Seguiré adelante con mi camino, con las alas que irán creciendo de tanto dolor, con el silencio y la soledad que me permitirá rever mi vida, con la fortaleza y la integridad que comenzarán a aparecer desde los escombros de lo que fui. Seguiré, seguiré adelante buscando la luz que me sostiene, aunque sea insípida. La buscare dentro mío porque es lo único real y así, caminaré desde la oscuridad a la luz, desde lo irreal a lo real, desde lo transitorio a lo trascendente. Ya no me contentaré con lo descartable, ya no me interesaré tapar el vacío porque, justamente, él será mi único punto de partida, se volverá mi aliado creativo, porque justamente es desde el vacío donde surge toda la creación… mi creación también. La creación de mis sueños, mis anhelos, mis amores… y entonces es justamente en ese momento en el cual comienzo a agradecerle a la vida por haberme traído hasta acá, porque después de tanto dolor pude desplegar mis alas, utilizar mis dones y sentir la libertad de poder volver a elegir desde el amor y no desde el miedo.Gracias a la vida y gracias a la luz que me guía, que nos guía, esa que todos tenemos.¡Vale la pena atravesar el fuego de la transformación!Que en este mes de la Navidad cada uno de nosotros pueda atravesar su propio fuego de la transformación, dejar lo viejo, reconciliar su pasado y despertar el amor que subyace en todo y al cual sólo podemos acceder si nos orientamos hacia nuestro corazón.ColaboraPatricia [email protected] Facebook: Patricia Monica Couceiro 3764 829015
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