Para una joven comerciante de esta ciudad, a la sensación de inseguridad por haber perdido una inversión de cien mil pesos en prendas de vestir, se sumó el relativo alivio de la detención del presunto autor del robo, pero también el tragicómico sabor de descubrir que el sospechoso estaba registrado como un “amigo” en su cuenta de la red social Facebook.Cristina Hornus no se rindió el domingo 26 de junio pasado cuando descubrió que su negocio del centro eldoradense fue literalmente saqueado por delincuentes. Pidió ayuda a sus familiares y reabrió el emprendimiento pero también organizó la marcha de medio millar de vecinos que reclamaron al Estado (el miércoles 13 de mayo), medidas urgentes para combatir el delito.El jueves, tras la confirmación del allanamiento y la detención de un sospechoso de haberle robado, Hornus se topó con una nueva y para nada grata noticia: el detenido y su pareja son sus “amigos de Facebook”, y hasta vio al sospechoso posando en su “muro” con una de las camperas que le había robado.“Le vendí una chipa”“La sensación que me produjo es difícil de explicar, pasé del alivio porque atraparon al ladrón y al recupero de una mínima parte de lo que me robó, a la risa y bronca de enterarme que es oriundo de Nueve de Julio, un vecino de mi familia”, respondió a la consulta de PRIMERA EDICIÓN.Pero los detalles irónicos no finalizaron allí: “La noche de San Juan (23 de junio) con otras madres colaboramos con la cantina en la Escuela 131. A este muchacho le vendí una chipa, un caburé y hasta conversamos varios segundos. Aunque lo más sorprendente es que su mujer vino, a la que también tenía como contacto en Facebook, a comprar a mi negocio al día siguiente. Me doy cuenta que pudo haber hecho ‘el trabajo de inteligencia’ para saber cuáles eran las prendas de mayor valor para robar”.“Para peor hoy (por ayer) veo la imagen de ellos abrazados y él con una campera puesta de las que vendemos en mi local”.Fuentes policiales confirmaron a este Diario, que las andanzas delictivas del detenido no son pocas en la zona, y que en su vivienda del barrio El Tucán de Eldorado secuestraron camperas, pantalones de jeans, buzos con capucha, remeras para chicos y adultos, blusas de seda, calzas, buzos de gimnasia y conjuntos para niños, entre varias prendas más.“El mismo día que me robó, una vecina mencionó su nombre y no le quise creer. Ahora, que hasta la mujer se puso en evidencia porque me borró de sus amistades de Facebook, casi no me quedan dudas que fue él quien entró a mi negocio. Más aún si tienen antecedentes de participar en muchos delitos por la zona. Espero que la Justicia ahora haga lo suyo, que no lo larguen en pocos días y que se siga investigando porque cuatro locales vecinos al mío también fueron robados de la misma manera”.
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