La misteriosa muerte de una mujer en esta ciudad despertó la intriga de los investigadores por saber cómo ocurrió. La autopsia estableció que el deceso de Hilda Mazur (36) se produjo por un cuadro de asfixia.Primero se pensó que pudo ser estrangulada por el hombre con el que, aparentemente, mantenía una relación amorosa. Sin embargo, los forenses hallaron un pedazo grande de carne vacuna en la tráquea y entonces las dudas se hicieron presentes.Al menos hasta anoche, nadie podía asegurar si se trató efectivamente de un femicidio. La jueza Selva Raquel Zuetta, que investiga el confuso episodio, caratuló la causa en forma provisoria como “homicidio”. En concreto, anoche allanó el escenario del hecho para realizar la prueba de luminol.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que el resultado de esa pericia arrojó resultado positivo. Esto indica que los pesquisas encontraron rastros de sangre humana en la vivienda en que vivía el principal sospechoso y único detenido, por ahora, en la causa.Una de las teorías indica que la víctima pudo haber sido obligada a tragar ese pedazo de carne, prácticamente sin masticar, circunstancia que la habría dejado sin aliento y provocado un cuadro de asfixia que desembocó en su muerte. Más allá de esta teoría, el cuerpo de Mazur presentaba lesiones de importancia en distintas partes del cuerpo que, obviamente, son incompatibles con la versión de un desenlace fortuito o accidental.Por ejemplo, detrás de la cabeza; en un brazo y hasta en el rostro poseía una herida cortante de consideración. El caso trascendió el miércoles pasado, alrededor de las 17.50, cuando el mismo imputado llamó a la Policía para informar que su novia, madre de una niña de 3 años, producto de una relación anterior, había fallecido.Obviamente que no contó de alguna pelea, discusión o circunstancia previa que hiciera pensar en la posibilidad de un desenlace violento.Se limitó a decir que ese día almorzó y fue a la casa de una vecina a conversar. Cuando regresó, encontró a Mazur muerta.Más allá del trozo de carne en la garganta, lo cierto es que muchas aristas señalan al hombre de 52 años, identificado como Julio César, como responsable de la muerte de la mujer de 36, que solía visitarlo en su vivienda de calle Hilario Maidana, cerca del club Alemán, de Alem.Anoche, al cierre de esta edición, la jueza Selva Zuetta continuaba en la comisaría de Alem coordinando distintas diligencias procesales.El sospechosoJulio César, el hombre que mantenía una relación sentimental con la víctima, fue arrestado el miércoles, alrededor de las 17.50, después de avisar a la Policía que su novia había muerto.Los golpes que la mujer tenía en distintas partes del cuerpo llevaron a los investigadores a detenerlo, tras previa consulta con la jueza Selva Raquel Zuetta. Esa misma noche, la magistrada dispuso que el sospechoso regresara a su casa, al parecer por antecedentes de problemas cardíacos.Obviamente, aunque nadie lo diga, con seguridad habrá contado con vigilancia encubierta. La decisión de Zuetta fue mientras se conociera el resultado de la autopsia.Las conclusiones se conocieron ayer con la muerte de la víctima por asfixia y la funcionaria dispuso la detención nuevamente del extornero; quien cobra una pensión por el citado problema de salud.El caso promete más novedades en el futuro; lo cierto es que despierta intriga y desvelo hasta entre los propios investigadores.
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