La liberación de Acaí, concretada por Rewilding Argentina, la Administración de Parques Nacionales y la provincia del Chaco, representa un nuevo avance en la restauración de las poblaciones de yaguaretés en el norte del país. El hecho ocurrió pocos días después del lanzamiento de la iniciativa internacional “Ríos del Yaguareté” (Jaguar Rivers Initiative), que busca proteger al gran felino y restaurar los ecosistemas en Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia.
Hasta hace pocos años, en el Gran Chaco argentino -una región de más de un millón de kilómetros cuadrados- se habían confirmado menos de diez ejemplares, todos machos dispersantes, lo que condenaba a la especie a la extinción local. Por eso, la reintroducción de hembras es clave para restablecer una población reproductiva saludable en este ecosistema único y altamente amenazado.
El Gran Chaco es el segundo bosque más extenso de América del Sur después del Amazonas y alberga una asombrosa biodiversidad, aunque continúa siendo una de las regiones más degradadas y desconocidas del continente.

Según Sebastián Di Martino, director de Conservación de Rewilding Argentina, “Argentina está muy orgullosa de liberar yaguaretés nacidos en la naturaleza que han sido translocados para su liberación. Sabemos que algunos machos silvestres siguen sobreviviendo en lugares aislados, pero necesitan hembras, diversidad genética y conectividad para prosperar. Esta acción ayudará a transformar una población casi extinguida en una población reproductiva saludable y llamará la atención sobre la necesidad de expandir las áreas protegidas para proporcionar un hábitat seguro”, explicó.
Los esfuerzos para recuperar al yaguareté en El Impenetrable comenzaron en 2019, cuando un guardaparque descubrió las huellas de un macho solitario, Qaramta, que fue monitoreado mediante un collar con GPS. Ante la falta de hembras en la región, se logró por primera vez en el mundo la cruza de un gran felino silvestre con otro de cautiverio, al aparearse Qaramta con hembras traídas del Centro de Reintroducción de Yaguaretés del Iberá. Esa experiencia dio lugar al nacimiento de crías que posteriormente fueron liberadas.
La llegada de machos silvestres, como Tewuk y Tañhí Wuk, confirmó que el ecosistema comenzaba a ofrecer condiciones favorables para la especie. Sin embargo, no se registraban hembras silvestres desde hacía más de 35 años, por lo que la supervivencia natural del yaguareté seguía en riesgo.
Durante 2024 y 2025, las instituciones involucradas liberaron cuatro hembras adicionales: dos hijas de Qaramta nacidas en cautiverio, una rescatada en Paraguay y otra -Acaí- nacida en libertad en Iberá.

En Argentina, la situación del yaguareté sigue siendo crítica: la especie perdió más del 95% de su área de distribución original y sobreviven menos de 200 ejemplares en poblaciones aisladas. No obstante, la cooperación entre Corrientes y Chaco, junto con la Administración de Parques Nacionales, ha permitido articular estrategias de conservación a largo plazo.
La reintroducción de yaguaretés en los Esteros del Iberá demostró ser una herramienta exitosa: restauró los ecosistemas y fomentó el turismo de naturaleza, que se convirtió en una nueva fuente de desarrollo local. En El Impenetrable, los resultados comienzan a replicarse, con la reciente aparición de Nalá junto a su cría nacida en libertad, el primer cachorro registrado en 35 años en esa región chaqueña.





