Una investigación policial sobre un robo de $600.000 a un comercio de Garupá permitió la detención de un adolescente sindicado como uno de los ejecutores de los atracos quien estaría vinculado al conocido “Negrito” Muñoz.
La pesquisa se activó el miércoles, luego de que el propietario de un centro de venta de equipamientos médicos denunciara un robo en su local, ubicado sobre la colectora Leonardo Favio. Según el damnificado, durante la madrugada del martes, delincuentes forzaron las rejas de ingreso y se llevaron $600.000 en efectivo, una notebook HP y un maletín con herramientas especializadas para la calibración de equipos.
El trabajo de inteligencia de la División Investigaciones de Garupá y la Unidad Regional X rápidamente orientó las sospechas hacia el entorno de “Negrito” Muñoz, un delincuente con antecedentes en la modalidad de robos tipo “boquetero”. Las pistas apuntaban directamente a uno de sus hijos como principal involucrado.
Las averiguaciones condujeron a los agentes hasta una vivienda en el barrio Alto González, que funcionaba como presunto centro de operaciones y depósito de objetos robados. En una acción coordinada con la Unidad de Inteligencia Criminal de Gendarmería Nacional, se allanó la propiedad. Durante la irrupción, el principal sospechoso huyó por la parte trasera del inmueble, internándose en una zona de malezas y dejando atrás documentación personal y un teléfono celular que ya están siendo peritados.
En el lugar fue detenido un adolescente conocido por el alias de “Tiki”, quien según los investigadores actuaba como la “mano ejecutora” de la banda junto al prófugo. Por disposición de la Jueza de Menores, jueza Marcela Leiva, el joven fue trasladado al Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (Cemoas).
Además del chaleco antibalas, la policía incautó prendas de vestir que habrían sido utilizadas durante el asalto al local comercial. La investigación, supervisada por el Juez de Instrucción N.º 2, Dr. Juan Manuel Monte, continúa con operativos encubiertos para capturar al sospechoso prófugo y recuperar el dinero y los equipos sustraídos.
Cabe recordar que el último sábado efectivos policiales allanaron una vivienda del barrio Santa Clara III donde detuvieron a dos hombres que serían hijastros de Muñoz por el robo en una distribuidora de Candelaria.
Quién es “Negrito” Muñoz
Ramón Alberto Muñoz posee un frondoso prontuario que abarca desde robos millonarios hasta acusaciones de abuso, y una presunta red delictiva con lazos familiares.
Su alias, “Negrito”, resuena con familiaridad en los despachos judiciales y las comisarías de Misiones y provincias vecinas. No es un delincuente común. Es considerado por los investigadores como un criminal de carrera, un especialista en el arte de vulnerar cajas fuertes y un líder de clan escurridizo, cuyo historial de violencia lo mantiene permanentemente en el radar de la policía.
Aunque su nombre aparece vinculado a múltiples causas en la última década, su figura cobró notoriedad por su presunto modus operandi: golpes planificados, a menudo violentos, y una notable capacidad para evaporarse tras cometer el hecho. Su especialidad, según los expedientes, es el robo a gran escala, con preferencia por el dinero en efectivo y las cajas de seguridad de empresarios o comercios.
Además, el prontuario de Muñoz no conoce de límites provinciales. Uno de los casos más resonantes lo vincula a un robo calificado en Mocoretá, provincia de Corrientes, donde las cámaras de seguridad fueron clave para identificarlo. Este hecho desencadenó una compleja investigación que requirió la colaboración entre la policía correntina y la misionera, culminando con su captura en un domicilio de Garupá.
Sin embargo, su historial en Misiones es aún más extenso. Se lo relacionó con robos calificados en Posadas, Oberá y Puerto Rico. En uno de los casos más audaces que se le atribuyen, se investiga su participación en el robo de 700 mil dólares en Oberá. Además, sobre él pesa una grave denuncia por abuso sexual con acceso carnal, lo que demuestra una faceta de violencia que va más allá del delito contra la propiedad.
Líder de un clan delictivo
Las investigaciones policiales sugieren que “Negrito” Muñoz no opera en solitario. Se lo considera el cabecilla de una banda criminal con una sólida base logística y lazos familiares. En diversos operativos, las fuerzas de seguridad allanaron lo que describen como su “búnker” o “aguantadero” en Garupá, donde se incautaron vehículos robados, armas de fuego y municiones. Más recientemente, la estructura de su presunta organización quedó expuesta con la detención de sus propios hijos, acusados de formar parte del clan delictivo.
Una de las características que definen la carrera de Muñoz es su habilidad para evadir la justicia. Fue detenido en múltiples ocasiones, pero logró obtener la libertad bajo caución en distintas causas, volviendo rápidamente a la clandestinidad y, presuntamente, a la actividad delictiva.
Esta capacidad para entrar y salir del sistema judicial lo convirtió en una figura frustrante para los investigadores y un sinónimo de peligro para la sociedad. La figura de “Negrito” Muñoz dibuja el perfil de un criminal de la vieja escuela, especializado y violento, que logró construir una red de apoyo para sostener sus operaciones. Mientras las investigaciones continúan para desarticular por completo su banda, su nombre sigue siendo una ficha activa y un desafío constante para la Justicia.












