En el Día de la Industria, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, alertó que el sector atraviesa una situación crítica por la apertura de importaciones, el aumento de tarifas energéticas, las altas tasas de interés y la ausencia de diálogo con el Gobierno nacional. “Debemos felicitar a los industriales PyMEs por sostener el empleo en estas condiciones”, señaló en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Según Rosato, muchas PyMEs están concentradas en sostener los puestos de trabajo más que en celebrar, y señaló que la combinación de importaciones a precios con los que no pueden competir, costos impositivos elevados y financiamiento inviable “asfixia” a la producción.
Detalló que unas 5.000 firmas electrointensivas sufrieron en los últimos cuatro meses aumentos del 200% en sus facturas de energía, atribuyó el salto a un “aumento encubierto” que llega vía el mercado eléctrico mayorista (“men”), por ajustes estacionales que -dijo- se trasladan directamente al precio y quitan previsibilidad y remarcó que ni las industrias ni las familias saben cuánto pagarán el mes próximo.
Basado en datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), afirmó que entre diciembre de 2023 y mayo de 2025 se perdieron más de 260.000 empleos y cerraron 16.000 empresas, y que en los últimos siete años se perdieron 30.000 compañías. También indicó que en junio, julio y lo que va de agosto se observan más cierres, despidos, suspensiones y adelantos de vacaciones.
En cuanto al comercio exterior, describió que entre enero y junio las exportaciones crecieron 4%, mientras que las importaciones lo hicieron 37%, con ingreso de bienes de capital, consumo masivo y autos -incluidos de alta gama- en “grandes cantidades”.
“Los dólares se van del país” por esa vía, cuando -evaluó- deberían resguardarse y promoverse las exportaciones para que ingresen divisas.
Al enumerar qué políticas públicas requiere el sector, reclamó menos impuestos, tasas bancarias razonables (y no “del 90%”), y energía a precios internacionales. Además, cuestionó que, pese a que el país produce gas y lo exporta, las energéticas “cobran lo que quieren” y no hay marco legal que brinde certidumbre de costos “al menos a tres meses”, planteos estos que ha llevado al Congreso, a Diputados y a Defensa del Consumidor, en búsqueda de leyes de previsibilidad.
Respecto a los rubros más golpeados, mencionó textil, bienes de capital y mueblero, y remarcó que “son sectores que no pueden exportar” en las condiciones actuales, por lo que dependen de un mercado interno que se contrae por la pérdida de poder adquisitivo.
De cara a los próximos meses, habló de “incertidumbre generalizada”: enumeró nuevos aumentos en energía, gas, agua, transporte, combustibles y prepagas, y advirtió que los salarios no acompañan, lo que obliga a restringir el consumo. Afirmó que no hay programa ni proyecto y que no existe diálogo con el Gobierno.
También señaló que el Presidente tendría previsto para el 15 y 16 de septiembre asistir a un Foro de Emprendedores Industriales en Paraguay, mientras -sostuvo-“no recibe a las PyMEs argentinas”. Se preguntó si eso implicará “abrir aún más” las importaciones y pidió que el Estado “revierta” esa señal.
Las PyMEs generan miles de empleos; ¿quién pagará los impuestos después?”, planteó.
Aun así, subrayó que corresponde “felicitar” a los industriales por sostener el empleo “en un contexto tan adverso”, y pidió consenso para “cambiar el rumbo” con reglas claras, sin “regalos” ni “privilegios”.




