A través de colores y bastidores, Susana “Huby” Quintana y María Soledad “Marisol” de la Torre, madre e hija, inauguran su muestra “Trazos compartidos”. La cita será el viernes 4 de julio, a las 19, en la sala principal del museo Juan Yaparí (Sarmiento 1885), de la capital provincial.
La exposición permanecerá abierta todo el mes y la entrada será libre y gratuita.
Sobre la muestra
En “Trazos compartidos”, madre e hija se embarcan en un viaje artístico que entrelaza sus visiones y estilos con el lenguaje universal de la pintura. Esta exposición refleja la conexión y el diálogo que ocurre en el ámbito familiar y creativo. Juntas tejen una narrativa visual que celebra sus diferencias y similitudes generacionales, ofreciendo una experiencia envolvente. “Huby” trabaja la temática de la figura humana alternando con el paisaje misionero. Asimismo, Marisol se expresa también en el paisaje, suma flores y naturaleza muerta entre otras. Ambas, dan testimonio de cómo el arte puede ser un puente en los lazos familiares.
Las protagonistas
Susana Quintana comenzó pintando en el taller de Cerro Pelón con Colorín Otaño y Hugo Viera. Luego continuó con otros referentes del arte como: Mirta Bermuller, Ernesto Engel y Sandra Bonetti: “Desde muy pequeña, el lápiz fue mi amigo y me dio las mayores satisfacciones. Después descubrí el color y los pinceles me atraparon, pero sin olvidar mi primer amor”, contó. La protagonista, nació en Córdoba, y llegó a la tierra colorada desde muy joven donde desarrolló su carrera como psicóloga, además de su pasión por el arte. “Me atrapó el paisaje misionero con su luminosidad, pero la mayor seducción la ejerce sobre mí la figura humana”, confiesa. Por otra parte, aseguró: “No podría vivir sin pintar, es como si dejara de usar una parte de mi cuerpo”.
En tanto, “Marisol” indicó que su encuentro con las artes plásticas nació en la secundaria, “aunque de niña recuerdo a mi madre redecorando, pintando o hermoseando alguna pared, algún rincón o cuaderno, haciendo de cada espacio un lugar especial”, contó.
También el recorrido por distintos talleres le permitió experimentar la cerámica, la pintura sobre tela, el arte sobre vidrio y el juego con los acrílicos. A la par, fue desarrollando trabajos en turismo, repostería y Coach Ontológico Profesional, a la vez que tiene una tienda de moda circular en Candelaria. “Por esas cosas de la vida y del querer, descubrí la técnica del óleo sobre el lienzo en el taller de Mirta Bermuller. Este espacio fue el responsable del encuentro y conexión con mi madre, a través de cada pincelada, charlas, risas y los desafíos de nuevos proyectos por pintar”.
También comentó que en aquel espacio descubrió su amor por la técnica del del espatulado y el poder combinar los colores. “Descubrí que amo pintar y eso se convirtió en una pasión, que me traslada a ese mundo de los colores infinitos”, relató la artista plástica.