A partir de la aprobación del Decreto 372/2025, el Gobierno Nacional puso en marcha una profunda actualización del régimen de Servicio Militar Voluntario, destinado tanto a dar una formación más integral a los ingresantes como a adaptar el procedimiento de ingreso y capacitación de tropas a las necesidades de las Fuerzas Armadas en el siglo XXI. La norma, que lleva la firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Defensa Luis Petri, fija nuevos parámetros tanto en requisitos como en contenidos formativos, aumentando así el valor institucional de aquel procedimiento.
Esta actualización permitirá que jóvenes de entre 18 y 28 años puedan alistarse como voluntarios, pero bajo exigencias más rigurosas en comparación con el esquema vigente hasta el año pasado. Según el nuevo marco jurídico, además de tener secundaria en curso o finalizada, deberá superarse primero un examen psicofísico de ingreso y luego completar un período de admisión de 10 a 12 semanas en el que se llevará a cabo tanto el procedimiento de selección como el inicio de la capacitación.
Una de las innovaciones más relevantes de la actualización es que el certificado de secundaria o el progreso efectivo en esos estudios es condición indispensable para permanecer en el procedimiento. Así, el Ministerio de Defensa deberá implementar, junto con la Secretaría de Educación, un plan destinado tanto a completar los estudios secundarios de aquel personal que así lo requiera como a certificar oficialmente las habilidades y oficios adquiridos en el marco de la formación castrense.
Este procedimiento tiene como objetivo brindar una formación más integral a los futuros soldados, ayudándoles así tanto en el ingreso y continuidad en las Fuerzas como en una eventual reinserción en el mercado civil de trabajadores cuando finalicen el procedimiento. Según el nuevo marco, el procedimiento de ingreso permanecerá bajo el control de cada fuerza —Ejército, Armada o Fuerza Aérea— en función de sus necesidades, pero siempre bajo parámetros más específicos y exigentes en comparación con el modelo vigente hasta el 2024.
Además, el nuevo esquema permitirá, bajo ciertos parámetros específicos, prorrogar el compromiso de dos años en dos instancias adicionales de dos años cada una, siempre que el voluntario haya demostrado “un destacado rendimiento” tanto en el procedimiento de formación como en el manejo de las responsabilidades encomendadas. Por el contrario, aquel que no termine el secundaria o que no apruebe las instancias de evaluación perderá toda oportunidad de continuar en el procedimiento.
Este cambio responde tanto a las necesidades de actualización de las Fuerzas en el marco de la defensa nacional como a la búsqueda de brindarle a la tropa una formación más adecuada a los nuevos desafíos, tanto en el manejo de armamentos como en el conocimiento de oficios específicos y habilidades laborales. Así, el nuevo procedimiento apunta tanto a formar a futuros miembros de las Fuerzas como a dar una salida al mercado civil más calificada y con mejores habilidades.
Además, el decreto establece que las Fuerzas podrán participar en tareas de apoyo a la comunidad en casos de desastres o emergencias, considerando así al nuevo Soldado Voluntario como un elemento más de contención en el territorio, siempre bajo el mando de las autoridades civiles y en apoyo a los organismos de seguridad y defensa.