Con la creciente popularidad de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, Gemini o Copilot, entre tantas otras, muchas personas usan estas plataformas para escribir textos. Algunos casos pasan desapercibidos, pero para un lector atento es posible notar cuando un texto fue generado por IA, especialmente por su tono repetitivo.
Una característica común de los textos creados por inteligencia artificial es el uso excesivo de algunas palabras:
- además
- también
- sin embargo
- por lo tanto
- en resumen
- en conclusión
- por otro lado
- en este sentido
Estas palabras son normales en la escritura humana, pero la IA tiende a repetirlas mucho más de lo habitual, lo que puede hacer que el texto suene redundante.
Por su parte, los textos generados por IA a menudo presentan hechos o afirmaciones que no son del todo precisas. La inteligencia artificial puede mostrar información con mucha seguridad, pero sin contar con fuentes verificables, lo que puede llevar a errores o datos engañosos. Por eso, es importante siempre contrastar la información con fuentes confiables.
Otra señal de que un texto fue escrito por IA es que suele contener explicaciones muy generales y poco detalladas. A diferencia de un escritor humano, que incluye ejemplos concretos y recomendaciones útiles, la IA a menudo usa frases vacías que no aportan contenido real, dando la impresión de un texto completo pero superficial.
A la hora de encontrarse con una redacción que resulte “sospechosa” es común que los textos generados por inteligencia artificial carezcan de experiencia personal y conexión emocional. Sucede que la IA no transmite empatía, humor o reflexiones auténticas, mientras que los humanos suelen compartir anécdotas, opiniones y preguntas que enriquecen el texto.
Para identificar si un texto fue escrito por una persona o por IA, recomiendan buscar elementos como emociones, experiencias personales y puntos de vista originales. Señalan que estos detalles son difíciles de replicar para la inteligencia artificial y aportan profundidad y autenticidad al contenido.
Fuente: Infobae